miércoles, 5 de septiembre de 2012

14 de enero de 2012: El PP suspende las tertulias en RNE (Universos paralelos)


Por supuesto, esto no ha ocurrido. Al menos no en este universo. Sin embargo, lo que sí ocurrió en este universo fue el nombramiento de Carmen Caffarel como directora general de RTVE solamente seis días después de la toma de posesión como presidente del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. ¡Seis días y por medio de un real decreto! Esta clara la importancia del control de los medios de comunicación públicos para los socialistas. Por supuesto, su preocupación siempre ha sido la pluralidad de dichos medios y su independencia (entiéndase la ironía).


Y para garantizar esa pluralidad e independencia, Carmen Caffarel, apenas 18 días después de su nombramiento, suspende las tertulias en RNE. ¿Recuerdan esto aquellos que se rasgan las vestiduras con las decisiones de Gobierno popular en relación a los nuevos cambios en la programación de RNE? Me temo que aunque lo recuerden, poco importa. El PSOE, los buenos, los demócratas, los garantes de la libertad, nunca harían nada en contra de estos excelsos principios. 

Enlaces relacionados

domingo, 12 de agosto de 2012

El socialismo, una utopía siempre violenta

Alguien afirmaba hace unos días en Twitter que el socialismo (o comunismo) era todavía una utopía deseable y que las atrocidades totalitarias y genocidas que se había llevado a cabo durante el siglo XX en su nombre eran desvirtuaciones de un pensamiento esencialmente bueno para la humanidad.

Hoy, en su web, Pascual Serrano, de forma involuntaria pues su intención era defender el robo de comida en supermercados, nos da el motivo por el que el socialismo siempre será una ideología violenta y liberticida:
Estimada trabajadora, no sé si has oído hablar de las clases sociales o de la lucha de clases. Básicamente consiste en reconocer que en una sociedad hay ricos y pobres, y que se encuentran en conflicto porque a más riqueza parar los ricos, más pobreza para los pobres. Algo mucho más indignante si son estos pobres los que, con su trabajo, logran que los ricos amasen su riqueza.
Si la sociedad es siempre una lucha de clases, ¿cómo podría ser de otra forma sino violenta? Una violenta lucha fraticida donde una clase necesita exterminar a la otra para que se produzca el tan deseado avance social.

Sin embargo, el liberalismo es muy diferente. Una sociedad liberal se basa en la idea de que los hombres pueden relacionarse obteniendo mutuo beneficio. Yo te doy algo que tú deseas a cambio de algo que deseo yo. Y en el intercambio los dos ganamos. ¿Qué a veces se producen conflictos? Pues establezcamos leyes para garantizar la libertad de intercambio y castigar la coacción y el engaño. Pocas leyes. Sencillas leyes.

Lucha de clases o intercambios pacíficos. Muerte o vida. ¿En que sociedad querrías vivir?

sábado, 11 de agosto de 2012

Ya puestos a expropiar, exprópiense a todos

Contemplo con un cierto hastío (hace ya casi veintitrés años de la caída del muro y todavía no han aprendido la lección) como bastantes dirigentes políticos de izquierda y muchos de sus simpatizantes justifican el hecho de robar en un supermercado. Sí, robar[1], por mucho que utilicen «palabras almibaradas» para disfrazar el acto. ¿Acaso podría ser ilegal lo que han hecho si no fuera un robo?

Ya puestos a seguir la lógica desquiciada de los defensores del saqueo para los pobres, ¿por qué no llevarla hasta sus últimas consecuencias? Fúndense entonces asambleas locales, ONG expropiadoras que «exijan» el dinero y los bienes de todos aquellos sindicalistas, progresistas y gentes de izquierdas, de todos esos que defiende la expropiación para los pobres (hay que empezar dando ejemplo). «Invítenseles» a abrir sus puertas y llénense sus casas de gente. Déjenseles solamente lo necesario para comer y un cuarto para vivir.

Muchos de esos que menciono me llamarán demagogo. Pero, ¿por qué pueden ellos no respetar la propiedad privada de algunos y los demás han de respetar la suya? Al fin y al cabo, se haría lo mismo que ellos dicen hacer: expropiar sus propiedades para el bien de muchos. ¿O es que también han de ser ellos quienes decidan a quien expropiar?



[1] Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno (DRAE)

martes, 7 de agosto de 2012

Unos crean riqueza y otros la roban

Capitalismo...




Socialismo...

 


domingo, 5 de agosto de 2012

Televisiones públicas, independencia y neutralidad

 Parece que se aceleran los cambios en la radiotelevisión pública (RTVE). Las antaño estrellas mediáticas son cesadas con la «lógica» del cambio de Gobierno. Y el progresismo español se rasga las vestiduras hablando de purga y pérdida de pluralidad informativa. No deja de llamarme la atención que esa sea su queja. Podría entender que se quejasen por no controlar ahora ideológicamente la radio y la televisión pública, pero hacerse los ofendidos porque el actual Gobierno haya hecho lo mismo que el anterior, no deja de ser al menos un ejercicio de hipocresía (lo siento, no creo que lo sea de ignorancia).

Debería distinguirse entre independencia y neutralidad en el ejercicio de la labor periodística (por más que estén muy relacionadas). Sería muy difícil demostrar que aquellos periodistas cesados hayan ejercido su trabajo al dictado del Gobierno socialista. Seguramente eso no haya ocurrido (¡cómo saberlo!). Pero hablando de neutralidad, la cosa cambia. Los periodistas, como cualquier otra persona, son hijos de su padre y su madre, y como cualquier otra persona tienen una forma de ver el mundo. ¿Podría negarse que los periodistas nombrados durante el periodo socialista son personas de izquierda (o progresistas, si se empeñan en llamarse así)? Eso, en principio, no es un problema… salvo que todas las estrellas mediáticas tengan la misma visión del mundo. Entonces, la radiotelevisión pública se convierte en un discurso único. Y posiblemente, ahora pasará lo mismo durante la etapa del Gobierno popular.

¿La solución? Pues es sencilla. Cerremos las televisiones públicas y que cada uno se «juegue sus cuartos» montando radios y televisiones acordes a sus pensamientos. Y por supuesto, no dejemos que los gobiernos de turno ejerzan ese poder indecente de decidir quién puede montar una radio o una televisión. En este caso, cada uno de los ciudadanos tendrá el poder de cambiar de canal, sabiendo que parte de su dinero no se seguirá gastando una vez pulsado el mando. ¿No es eso lo mejor, lo más democrático? De lo contrario seguiremos leyendo las quejas de los periodistas cesados donde afirman que lo han sido por «hacer periodismo».

lunes, 30 de julio de 2012

Espíritu de servicio y residencias para parlamentarios

Anda el pueblo soliviantado con el sueldo de nuestros parlamentarios. Sobre todo con aquellos que, representado a una provincia distinta de Madrid y teniendo casa en la capital del reino, cobran un extra por gastos de residencia. Comentaba el otro día en Twitter que lo normal es que cuando un trabajador decide aceptar un puesto fuera de su lugar habitual de residencia, haya de trasladarse a ese lugar. Y sin compensaciones. Deja amigos, familia, sus hijos cambian de colegio y todos tan contentos… o quizás no. Pero de extras para poder vivir en ambos lugares, nada.

Luego me llegó una respuesta que si las cosas fueran como debieran ser, tendría una lógica impecable. Los parlamentarios necesitan vivir en dos lugares, pues, aunque su sede de trabajo esté en Madrid, representan a su provincia. ¿Realmente lo hacen? A veces lo dudo cuando veo cómo se realizan las votaciones en el parlamento. A orden de «dedo levantado». Y cuidado con representar demasiado a su circunscripción, pues como eso vaya en contra de la disciplina del Partido se le va a caer el pelo.

Pero no abandonemos el camino, que no quiero hablar hoy de la partitocracia imperante en nuestro país. Sigamos hablando de los sueldos de los parlamentarios.

Otros dicen, por el contrario, que nuestros representantes cobran poco. Y comparan sus sueldos con los de aquellos trabajadores con igual responsabilidad en el sector privado. Podría ser, pero olvidan que cuando uno está en el sector privado, está para ganar dinero (¡que asco!, dirá algunos). Pero, ¿no se supone que el deseo predominante en nuestros parlamentarios debería ser su espíritu de servicio? ¿Para qué se ha presentado a su cargo, Señoría? ¿Para ganar dinero? No, ¿verdad? Pues entonces que nadie diga que gana poco. Al parlamento ya se debería ir con «algún dinerito ganado», y no estaría mal que el hecho de estar sentado en su escaño les «costara dinero» a nuestras Señorías. Al fin y al cabo, nadie les obliga a ser un servidor público.

Y por último, ¿por qué han de cobrar sobre los 1.800 euros adicionales aquellos parlamentarios que tienen su residencia fuera de Madrid? ¿Porque han de estar necesariamente en dos lugares? Pues construyamos unas hermosas y cómodas residencias (aunque austeras) para sus Señorías. O eso, o hagamos que aquellos que han comprando una vivienda para poder cumplir con sus obligaciones, las devuelvas al final de su mandato. Al fin y al cabo, una vez que dejen de ser parlamentarios ya no necesitarán vivir en dos lugares y podrán ser utilizadas por aquellos que los sustituyan. ¿Quién se anima?

domingo, 29 de julio de 2012

La causa de la elevada prima de riesgo según Vicenç Navarro

 Leo en el último artículo de conocido economista «progresista»:

El hecho de que España tenga una prima de riesgo tan elevada se debe a dos factores. Uno, a que España no tiene un Banco Central. Si lo tuviera, éste haría lo que hace un Banco Central digno de su nombre: imprimiría moneda y con ella compraría deuda pública, forzando la bajada de los intereses de su deuda.

Y ya está… ¡Menuda explicación! Sería como explicar que la causa de la elevada fiebre de una persona enferma es que el médico que la trata no le administra el antipirético correspondiente. ¡Que importa que una de sus piernas tenga signos de gangrena!

¿Habría otra explicación para la elevada prima de riesgo española? ¿Qué mide en última instancia esta magnitud? Sencillamente la confianza en que España pagará las deudas que ha contraído. A menor confianza, más elevada será la prima de riesgo. Y también la mayor o menor propensión al ahorro de la sociedad (si realmente estuviéramos en un mercado donde no se manipularan los intereses). A menor deseo de ahorro, mayor sería la prima de riesgo.

¿Qué pasaría si un amigo que gana 1000 euros mensuales, gasta 1200 y te debe ya 10 000 te pide prestado dinero? Según Vicenç Navarro la respuesta es sencilla. Irías a casa, imprimirías unos cuantos billetes y se los prestarías a tu amigo. ¿No? ¡Ah, claro, se me olvidaba! Eso solamente pueden hacerlo «elegidos» como Mario Draghi, nombrados por el dios Estado y cuya palabra divide el mar Rojo en dos para que continúe avanzando la legión de despilfarradores.

domingo, 15 de julio de 2012

Libertad de horarios: una simple cuestión de libertad


Con frecuencia se pierde de vista el fin, y los medios ocupan el lugar central de nuestras preocupaciones. El en caso de la libertad de horarios, el razonamiento debería ser muy sencillo. Si alguien quiere comprar y otro está dispuesto a vender, nadie debería impedir el ejercicio de esos actos. ¿Qué razonamiento retorcido puede emplearse para justificar la prohibición de este comportamiento entre personas libres? Es algo que está antes de cualquier planteamiento económico, es simplemente una elección entre libertad o coacción.

Desde el punto de vista económico, la oposición de la libertad de horarios supone también una inversión de fin y medios. Cualquier acto económico trata precisamente de eso, de economizar. De conseguir un bien con el menor de los recursos posibles. Y la competencia es para eso fundamental. Si un comercio puede ofertar a sus clientes un producto o servicio en las condiciones más ventajosas y teniendo los menores gastos al hacerlo, el intentar entorpecer esta oferta favoreciendo otros comercios que ofrecen algo peor y con unos mayores gastos es antieconómico. Es un despilfarro de recursos al pretender dar menos por más.

El viernes el Gobierno avanzó en esa deseada libertad de horarios comerciales. Pero como siempre se ha quedado corto. ¿Por qué dar esa libertad a comercios de trescientos metros cuadrados y no darlo a uno de trescientos uno? ¿Por qué, en aquellas zonas turísticas,  habría de tener libertad de apertura una zona de la ciudad y otra no? ¡Ay, que escasa es la libertad en esta sociedad intervenida!


domingo, 15 de abril de 2012

Sobre el espíritu democrático y la propaganda de la izquierda española: Intentando derrocar a un Gobierno legítimo (III)

 En la elecciones de 1933, el primer partido de la derecha, la CEDA, obtiene un total de 115 escaños en un parlamento de 470 diputados. A pesar de tener la legitimidad democrática para encabezar el Gobierno, la CEDA decide no hacerlo, intentando con ello calmar la actitud antidemocrática de las izquierdas. En su lugar, los Gobiernos son formados por el segundo partido en número de votos, el Partido Republicano Radical (PRR) de Alejandro Lerroux. Pero el 3 de octubre de 1934, la CEDA participa por fin en el Gobierno que se constituye. Es una participación menor, ocupando solamente tres ministerios que no pueden considerarse de los más importantes: Agricultura, Trabajo y Justicia.

La inclusión de tres ministros de la CEDA en un Gobierno del PRR, un acto perfectamente democrático, hace que las izquierdas, encabezadas por el PSOE rompan con la República. Esta era la excusa que buscaba el PSOE para iniciar un golpe de Estado que le aupara al poder. Dicho golpe se había estado preparando desde finales de 1933 y su objetivo era claro: la instauración de una dictadura del proletariado a imagen de lo ocurrido en la Unión Soviética.

La izquierda ha pretendido describir los acontecimientos acaecidos durante el mes de octubre de 1934 como una huelga que se produjo sobre todo en Asturias, pero no cabe ninguna duda de que el movimiento organizado era un verdadero golpe de Estado que se produce en toda España, afectando a ciudades como Barcelona, Valencia, Sevilla o Bilbao. En Cataluña, el Gobierno autonómico de Lluís Companys llega incluso a declarar el Estado catalán dentro de la República federal española, una verdadera declaración ilegal de independencia.

Durante el golpe de Estado las fuerzas de izquierda golpistas, dirigidas por el PSOE y apoyadas por la CNT y los nacionalistas catalanes, intentan hacerse con los centros neurálgicos del poder. En Madrid atacan incluso el Congreso de los Diputados, sin llegar a conquistarlo. El resultado del intento de Golpe de Estado fue de entre 1.500 y 2.000 muertos y entre 15.000 y 30.000 personas detenidas por participar en la insurrección. Asturias fue el lugar donde más prendió el fuego golpista, teniendo que mandar el Gobierno a las tropas del ejército para libera la zona. La ciudad de Oviedo fue prácticamente destruida, no respetándose ni las vidas de muchas personas, ni los inmensos tesoros culturales, llegándose a destruir joyas como la sillería de coro de la catedral, del siglo XVI, la Cámara Santa, medieval, o la Universidad. Esta última fue incendiada por las fuerzas de izquierdas al ver perdida ya su causa ante la llegada de las tropas del ejército. Una especia de venganza revolucionaria. Antonio Juan Onieva Santamaría narra en un artículo de 1934 la destrucción de la Universidad:

     - ¡Fuego en la Universidad!...
    Los rebeldes quisieron cobrarse de su fracaso. El humo se intensificaba por momentos y, de pronto, un estampido brutal que arrojó un centenar de tejas al espacio nos dijo que acababa de explotar una caja de dinamita. Abrióse un boquete en el tejado, se estableció inmediatamente una corriente de tiro y pronto una gran llamarada coronó el edificio. Al mismo tiempo, apareció otra lengua de fuego en la pared este, y, más tarde, en la esquina de la calle Tartiere. La Universidad ardía por tres sitios a la vez.
    Luego otra explosión y otra, hasta diez, probaron que las cajas de dinamitas habían sido distribuidas estratégicamente por todo el inmueble para que nos se salvara un libro, un papel, ni siquiera una teja.
    A medianoche, toda la Universidad era una antorcha que iluminaba la ciudad.
    A la mañana siguiente, libertada la ciudad de rebeldes, corrimos a los claustros. ¡Nada! Los doscientos mil volúmenes de su biblioteca, los diez y ocho mil de la de Derecho, el Museo de Historia Natural, los laboratorios de Química, el Instituto del Carbón, todo convertido en pavesas, delataba «cuanta fue su grandeza y es su estrago». La estatua, intacta, de Fernando de Valdés, creador de la Universidad en el siglo XVI, contemplaba el informe montón de ruinas.
    Entré en el paraninfo, donde tantas veces sonó la voz de Estrada, Barrio y Mier, Aramburu, Buylla, Canella, Melquíades Álvarez, Altamira, Posada, Sela, Rey Pastor; allí donde nació la Extensión Universitaria en beneficio del os obreros, donde se dieron cursos gratuitos y se hicieron lecturas comentadas y se repartieron millares de libros por la provincia… ¡Cuatro paredes humeantes desmoronándose, bajo el peso del dolor! Entré en la cátedra de Clarín, donde alumnos reverenciosos habían puesto una placa recordatoria y el retrato del maestro… En los muros desnudos y calcinados se había borrado todo recuerdo.
    Pero ¿qué sentido revolucionario ha podido tener el incendio de la Universidad?

Entradas relacionadas:
Sobre el espíritu democrático y la propaganda de la izquierda española: La pérdida del poder de la izquierda (I)
Sobre el espíritu democrático y la propaganda de la izquierda española: Preparando un golpe de Estado (II)

domingo, 4 de marzo de 2012

Sobre el espíritu democrático y la propaganda de la izquierda española: Preparando un golpe de Estado (II)

 Las elecciones de noviembre de 1933 diezman a las filas de la izquierda en el Congreso. Perjudicadas por una ley electoral que ellas mismas diseñaron a su medida, el PSOE pasa de tener 115 a 60 diputados. Nadie podrá negar que fueran unas elecciones limpias al haber sido éstas fueron organizadas por el Gobierno de transición del socialista Diego Martínez Barrio. Simplemente, el pueblo había hablado en las urnas y le había dado la espalda a los partidos de la izquierda.

La reacción del PSOE fue la de un partido que no aceptaba el juego democrático y demostró que en realidad la República constituía para ellos un simple medio para alcanzar su objetivo: el establecimiento de una república comunista, al estilo de la URSS. Por ello comienza a organizar su asalto al poder. Primero, niega la legitimidad del principal partido de la derecha, la CEDA, dirigido por José María Gil Robles, acusándole de querer traer el fascismo a España (cosa que muchos dirigentes socialistas niegan tal y como atestiguan muchas fuentes). Y segundo, comienza la organización de un verdadero golpe de Estado para hacerse con el poder político.

Así, de forma taimada, el PSOE comienza ya desde finales de 1933 la organización de un golpe. Decide que éste ha de presentarse como un hecho espontáneo, y si fracasara, negaría cualquier responsabilidad en la organización del mismo.

Las revueltas y los actos violentos, incluidos asesinatos, se convierten en algo cotidiano durante el año 1934, tal y como se pueden ver en los periódicos de la época. Se intenta caldear el ambiente para el mejor resultado del golpe de Estado que se prepara. Algunos dirigentes socialistas, como Julián Besteiro, secretario general de la UGT, se oponen al intento del golpe y niegan la deriva fascista de la derecha. Pero Besteiro es relegado de los puestos de mando del sindicato y triunfan los golpistas tales como Francisco Largo Caballero, presidente del PSOE e Indalecio Prieto. La suerte ya está echada. Falta solamente la escusa para el levantamiento y ésta se presentará el 3 de octubre de 1934, con la formación de un nuevo gobierno presidido por Alejandro Lerroux y donde participan tres ministros del principal partido de la derecha, la CEDA.



Extracto de las actas de las reuniones del Comité Nacional de la UGT
(31 de diciembre de 1933)
Amaro Rosal (propuesta de resolución presentada): "Ante la situación política actual, el Pleno acuerda la inmediata y urgente organización, de acuerdo con el Partido Socialista, de un movimiento de carácter nacional revolucionario para conquistar el poder político para la clase obrera, aceptando la colaboración de todas aquellas fuerzas que quieran contribuir al movimiento y sean una garantía para nuestros intereses y propósitos. El momento para determinar el movimiento será estimado, de ser posible, por los plenos de Unión General y del Partido Socialista, de no serlo, por sus respectivas Ejecutivas o Comisión Nacional que pudieran haberse constituido por ambos organismos."

domingo, 26 de febrero de 2012

Sobre el espíritu democrático y la propaganda de la izquierda española: La pérdida del poder de la izquierda (I)

Las manifestaciones y tumultos en Valencia de los últimos días han vuelto a demostrar como la izquierda es hábil en instrumentalizar a la opinión pública y crear historias truculentas apenas apoyadas en la realidad de los hechos.

Nada de esto es nuevo para la izquierda y contemplamos con tristeza como la derecha en el Gobierno actúa de forma timorata, como avergonzada y convencida de su falta de legitimidad para gobernar y tomar las medidas que considere adecuadas. ¿No tiene acaso la legitimidad del mandato obtenido en las urnas hace apenas dos meses?

Si repasamos nuestra historia reciente podremos ver ejemplos muy descriptivos de que la izquierda, que tanto presume de su carácter democrático, no acepta muy bien la derrota en las urnas y que está dispuesta a manipular los hechos a través de una ágil propaganda para conseguir su objetivo: el poder.

En 1933, el Gobierno de izquierdas de Manuel Azaña está herido de muerte. Acontecimientos tales como los de Casas Viejas han distanciado a los republicanos de izquierda y a los socialistas. El presidente de la República se ve obligado en septiembre a disolver las Cortes y a convocar elecciones para el 19 de noviembre de ese mismo año.

Las elecciones convierten a la derecha en un claro vencedor: 375 escaños frente a los 95 de los partidos de izquierda. La CEDA de José María Gil Robles con 115 escaños encabeza la lista de partidos de derecha, mientras que el PSOE de Francisco Largo Caballero, con 60, las formaciones de izquierda. A pesar de la mayoría de escaños de la CEDA, ésta no forma Gobierno, sino que es Alejandro Lerroux, del Partido Republicano Radical, quien se encarga de esta misión. A partir de ese momento comienzan una serie de actos violentos: huelgas, asesinatos de miembros de las fuerzas del orden y civiles y descubrimiento de alijos de armas en manos de dirigentes socialistas, como el caso de Juan Lozano Ruiz, la Casa del Pueblo de Madrid y el barco Turquesa, donde se incautan 116.000 cartuchos para fusil y partidas de pistolas, revólveres y cargadores. ¿Eran hechos aislados y espontáneos? Lo analizaremos en la siguiente entrada.

domingo, 12 de febrero de 2012

La postura de las asociaciones de jueces ante el aborto


En España, los jueces se agrupan para defender sus derechos en asociaciones profesionales al tener prohibido por ley la pertenencia a sindicatos. Las principales asociaciones son la "Asociación Profesional de la Magistratura", la "Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria" y la "Asociación Jueces para la Democracia". La finalidad de estas organizaciones la podemos ver en los siguientes enlaces:


¿Tienen estas asociaciones una opinión acerca de la legislación del aborto? La respuesta la podemos escuchar en el siguiente audio, que he montado partiendo de la entrevista que el periodista Juan Ramón Lucas realizó el pasado 6 de febrero, en el programa de RNE “En Días como Hoy”, a José Luis González Armengol (portavoz de la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria), a José Manuel Balerdi Múgica (miembro del Secretariado de la Asociación Jueces para la Democracia) y a Pablo Llanera Conde (portavoz de la Asociación profesional de la Magistratura). Estos intervienen en el mismo orden que en la mención anterior:


Enlace relacionado:
En días como hoy - Las asociaciones judiciales, divididas ante la propuesta de copago en la justicia - RNE (audio completo de las entrevistas)

viernes, 13 de enero de 2012

¿Quién fiscaliza a Paulino?

Paulino muy molesto de que Rajoy quiera fiscalizar los Presupuestos de las Comunidades Autónomas.

@Padylla. Si deseas ver otras viñetas publicadas por su autor esta semana, visita su blog www.padylla.com

domingo, 8 de enero de 2012

Cuando todo empezó a ir rematadamente mal (y la culpa no fue del mercado)

Durante la mayor parte del siglo XIX y hasta principios del XX, después de las Guerras Napoleónicas y hasta la Primera Guerra Mundial, la economía experimentó un singular periodo de prosperidad (aunque no exento de crisis). Debido a la adopción del patrón oro, la inflación se mantuvo en muy bajos niveles, los bancos estaban bastante limitados para crear dinero de la nada y los tipos de cambios se mantuvieron estables con el consiguiente florecimiento del comercio mundial.

Sin embargo, a partir de la Primera Guerra Mundial, para afrontar los ingentes gastos del conflicto, los Estados hicieron añicos ese patrón oro, necesitados de un recurso del que no disponían: dinero.

Para ello, echando mano de la teoría cuantitativa del dinero, afirmaron que la convertibilidad que implicaba el patrón oro no era realmente importante, sino solamente la cantidad de dinero en el sistema económico. Con ello pretendían conseguir el dinero mediante el simple sistema de crearlo de la nada. Y este dinero, en lugar de estar respaldado por algo tangible y con valor real como el oro, estaría respaldado por algo tan etéreo y mudable como la confianza en el Estado: había nacido el dinero fiduciario.

Sin embargo, no todos aceptaron este planteamiento tan favorable a los Estados. El 23 de marzo de 1925, en el "Chase Econonomic Bulletin 5, nº 1", un economista de la escuela austriaca, Benjamin Anderson, publicaba un artículo titulado “The Gold Standard versus A Managed Currency”, donde escribía:

"El mundo bancario no tiene la menor dificultad en reconocer ese mínimo de veracidad de la teoría cuantitativa que sostiene que el valor del oro, acuñado o no, no es independiente de su cantidad en relación con la demanda mundial para fines monetarios y para fines de consumo. Ninguna teoría monetaria lo negaría. Ésta es una verdad que, lejos de ser propiedad exclusiva de la escuela de la teoría cuantitativa, es admitida por cualquier estudioso serio de esta materia. Pero esa proposición queda inmensurablemente lejos de la proposición de que el Estado, o un banco emisor, pueda tomar unos trozos de papel carentes de valor, imprimir algo sobre ellos, ponerlos en circulación y, a fuerza de limitar su circulación, darles un valor sin cambiarlos o prometer cambiarlos o tener la intención de cambiarlos. ¿De qué fuentes podrían adquirir valor tales trozos de papel? ¿Por qué los aceptarían los productores a cambio de su trabajo o a cambio de los bienes producidos por su trabajo? ¿Por qué los iba a querer nadie? ¿Por qué, en otras palabras, circularían?"

Pero no le hicieron caso; ni los Estados ni un importante grupo de economistas liderados por el "brillante" (según lo describe Anderson con amabilidad al principio del artículo) John Maynard Keynes. Lo que pasó a continuación ya lo sabemos todos: comenzaba la era de las crisis.

Enlace recomendado:
¿Qué es el patrón oro? - Antonio Mascaró Rotger (Liberalismo.org)

sábado, 7 de enero de 2012

¿Me puede decir alguien por qué el Gobierno ha incumplido sus promesas?

A veces, una imagen vale más que mil palabras...


domingo, 1 de enero de 2012

Gobierno popular: primeras medidas, primeras desilusiones

¿Cómo analizar las recientes acciones del Gobierno popular yendo más allá de la menor o mayor simpatía que pudiéramos tener por el partido en el poder? El Gobierno socialista ha sido tan devastadoramente perjudicial, intervencionista y liberticida que se podría caer en la tentación de aplaudir las nuevas medidas apartándonos de los principios.

Y uno de esos principios es que los gobiernos deben ser controlados por sistema. Ésta es una de las bases de la democracia liberal. De esta forma, por mucho que se desee creer en las buenas intenciones de cualquier gobierno, no debemos olvidar que estos tienen tendencia a ampliar su ámbito de actuación. Así, deberán ser sus hechos, en lugar de sus posibles intenciones, los que definan su carácter.

Otro de los principios es partir de las premisas propias de la teoría económica que consideremos como correcta y aplicar el razonamiento deductivo correspondiente para juzgar las medias tomadas. Este proceso es un proceso frío y calculador que debería dejar aparte los motivos políticos y el cálculo electoral. Al menos por parte del analista económico. Lo que no significa que debamos ignorar analizar las influencias que esos motivos políticos tengan en las decisiones elegidas por el Gobierno.

Teniendo en cuenta los anteriores principios, analicemos el incremento de impuestos que ha aprobado el Gobierno.

Uno de los objetivos principales del Gobierno es cumplir con las previsiones del déficit. Esto puede hacerse inmediatamente de dos formas: mediante una disminución de los gastos o mediante un aumento de los impuestos. ¿Cuál es la forma más respetuosa con la propiedad privada y la disminución del tamaño del Estado? Es evidente que la disminución de los gastos. Sin embargo, el Gobierno ha optado por una vía más propia de la socialdemocracia que la de un gobierno liberal: aumento de los impuestos y disminución moderada de los gastos. Teniendo en cuenta los ingresos totales por IRPF del ejercicio de 2010, podemos ver que ese incremento de recaudación de 4.111 millones en las rentas de trabajo y 1.246 millones en la renta del capital, supondrían un incremento porcentual de impuestos del 6,40% y del 23,41% respectivamente.

 De los anteriores datos cabe destacar dos aspectos:
  • La cuantía total de la subida de los anteriores impuestos supone 5.357 millones de euros. Considerando que la cuantía de las subvenciones públicas en 2010 fue de 12.147 millones de euros, había margen suficiente para no realizar esa subida de impuestos, reduciendo menos de un 50% la cuantía de esas subvenciones. De esta forma, las palabras de José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deportes, donde afirmaba que acabaría con la cultura de las subvenciones, parece convertirse en papel mojado. Al menos, en este caso.
  • Es realmente increíble el incremento porcentual que se pretende en la recaudación del impuesto sobre el ahorro. En una sociedad fuertemente endeudada, donde el ahorro es la solución al problema, el Gobierno parece no darse cuenta de ese detalle.
¿Cuál es el motivo de que el Gobierno haya adoptado el anterior posicionamiento? Parece, en el mejor de los casos, que ha tenido miedo de los efectos que esa disminución del gasto pudiera tener en la economía del país, cayendo una vez más en el posicionamiento keynesiano de que el gasto del Estado podría estimular la economía.

Asimismo, ha optado por los resultados rápidos que podría suponer la utilización de la subida de impuestos recaudados, en lugar de tener fe en la acción privada para reestructurar el sistema productivo. Esta última acción sería más lenta, pero la única sostenible y, sobre todo, más respetuosa con el derecho a la propiedad privada.

Por último, parece no apoyar el posicionamiento teórico que considera que la disminución del consumo nos llevará a una amortización de las deudas y a un incremento del ahorro. Dicho ahorro será invertido en empresas de capital, que nos asegurarán un posterior mayor crecimiento de la economía y del empleo y, por supuesto, un incremento de la recaudación tributaria, aunque para ello debería realizar todos los cambios necesarios para que esas empresas pudieran crearse. Pero eso es otra historia que deberemos analizar.

Enlace recomendados:
La subida del IRPF dará un mordisco a las nóminas a partir del mes de febrero - ABC