lunes, 13 de junio de 2011

Firmas invitadas: ¿Libre mercado farmacéutico?

Por Jesús del Amo Lamborena

Circulaba recientemente en las redes sociales una noticia, publicada en la versión on-line del diario Vanguardia de México, sobre un grupo de científicos de la universidad de Alberta que supuestamente habían descubierto un medicamento que curaba varios tipos de cáncer.

Denunciaban estos científicos que no podían proseguir con sus investigaciones al no conseguir financiación. Según su versión, ninguna empresa farmacéutica estaba dispuesta a aportar los fondos necesarios al no contar con patente la sustancia (dicloroacetato) que se utilizaba como base del medicamento.

A esta línea se sumaba el premio Nobel de medicina Richard J. Roberts, quien afirmaba en una entrevista concedida al periódico español La Vanguardia que a las industrias farmacéuticas les era más rentable producir fármacos que alargan los tratamientos que aquellos que curan las enfermedades.

Ante esta noticia los comentarios en las redes sociales fueron todos en la misma dirección: criticar la industria farmacéutica, la libertad de mercado y el capitalismo.

Para evitar lo que se definía como "mercantilismo" fatal, en la red se proponía como solución para salvaguardar el interés de los enfermos de cáncer, el obligar a las farmacéuticas a invertir en estas investigaciones y en caso de que se opusieran, intervenirlas.

“Es el mercado inmoral, el que comercia con la muerte, y si no es rentable, no le importan los millones de muertos, esa es la realidad del mercado depredador”. Este es uno de los comentarios posteado en la red Facebook sobre este asunto.

Demos por hecho que la noticia es cierta, que esos investigadores realmente han dado con la cura del cáncer. ¿Tendría el capitalismo y el libre mercado la culpa de que no se fabricara dicho medicamento? ¿Es el capitalismo el responsable de la muerte de millones de personas debido al cáncer?

Primero debemos saber como en la realidad un medicamento llega a manos de aquel que lo necesita. En primer lugar, cualquier medicamento tiene su origen en la mente de alguien, en la razón de alguien. Todos los medicamentos, sus principios activos y la relación causal para curar una enfermedad, son descubiertos por una persona.

Ahora bien, la simple idea o descubrimiento no es suficiente, hay que materializarla en un producto concreto. Para ello es necesario que otra persona recolecte o consiga los productos activos, los mezcle, les de forma, los almacene y los distribuya para que lleguen al científico y al enfermo.

Hay toda una cadena de intercambios y aportaciones desde el descubrimiento hasta que el medicamento llega al enfermo para su curación. En esta cadena intervienen numerosos actores cuyo esfuerzo consigue que un paciente se cure de una enfermedad, vea reducido su sufrimiento y mejore y alargue sus condiciones de vida.

Podemos caer en la fácil tentación de pensar que la recompensa moral tendría que ser suficiente para todos aquellos que intervienen en la provisión del medicamento y que, por tanto, su motivación debería estar en su sacrificio al servicio de los demás, en la causa de la salud y del bienestar de los enfermos.

¿Es esto moralmente aceptable? Yo afirmo que no. No hay diferencia entre suministrar un medicamento a un enfermo que suministrar un alimento a un hambriento. Sin embargo si alguien le pide a un agricultor que entregue sus producciones para paliar el hambre en el mundo, todos sabemos que el agricultor dejara de plantar y de cosechar, y el hambre de todos será la consecuencia general. Hay consenso acerca de que las políticas proteccionistas agrícolas reducen la producción, la competitividad y por ende provocan el efecto contrario al que buscan.

Afirmo que lo que es valido para la producción de una lechuga es valido para la cura del cáncer. Si en base a la obligación moral de una causa superior se obliga a los investigadores o a los productores de medicamentos a dirigir sus esfuerzos hacia donde ellos no lo deciden, el resultado será que dejarán de producir, Atlas se revelara y los medicamentos dejarán de existir, no solo el que cura el cáncer sino también las simples aspirinas.

Por otro lado podemos preguntarnos si es el libre mercado el que dirige a las farmacéuticas hacia la producción de medicamentos paliativos en vez de producir medicamentos curativos.

El descubrimiento de un medicamento puede ser algo causal, por azar o por suerte. Hay numerosos ejemplos del descubrimiento de la cura de una enfermedad cuando se estaba investigando otra. El descubrimiento también puede ser resultado de un arduo trabajo dirigido hacia un objetivo concreto y llevar años de investigaciones. Durante todo este tiempo es necesario aportar todos los instrumentos, instalaciones y demás elementos necesarios para que los investigadores puedan llevar su trabajo.

Se necesita tiempo y dinero para llevar a cabo el descubrimiento, desarrollo, fabricación y distribución de un medicamento.

Para que un medicamento llegue al consumidor, necesita pasar por un sinfín de controles y regulaciones estatales que distorsionan completamente las líneas de investigación que siguen los laboratorios y empresas farmacéuticas y que provocan el efecto reseñado por los científicos de la noticia del descubrimiento del cáncer: las farmacéuticas se vuelven conservadoras y sólo producen aquellos medicamentos que pueden soportar los costes económicos provocados por el intervencionismo estatal.

No es el libre mercado el que frena el avance de los investigadores de la universidad de Alberta, sino el intervencionismo gubernamental el que impide que no se obtengan fondos para seguir con las investigaciones.

Nuestra indignación no debe dirigirse contra los que fabrican los medicamentos, sino contra aquellos que ponen infinitas trabas para que lleguen a nuestras manos.

El fabricante del medicamento no está pensando en el enorme negocio que su producto va a tener en el mercado, el fabricante está pensando en la cadena de favores que va a tener que superar con los burócratas de turno que deciden que medicamento se comercializa y cual no.

La idea es simple, aunque la noticia sea cierta: ningún enfermo puede decidir hacer uso de ese medicamento, hasta que el mismo pase por una interminable serie de controles, ensayos, trabas y requerimientos burocráticos para su comercialización.

No es el consumidor el que decide acerca de que medicamento necesita, es el burócrata el que lo decide. Por lo tanto la industria farmacéutica, conocedora de ello, no apuesta por los tratamientos novedosos, por las ideas simples, si no que, debido a la legislación, derechos de propiedad y un sinfín de trabas administrativas dirige sus esfuerzos hacia aquellos productos que le dan una seguridad administrativa y no medica.

No es el libre mercado, sino el estatismo el que por su omisión provoca millones de muertos presentes y, al viciar las líneas de investigación, futuros.

Si hay algún elemento depredador en este asunto es el estatismo, la regulación y el intervencionismo. Si quieren ayudar a los enfermos de cáncer, dejen actuar libremente a todas aquellas personas capacitadas para proveer una cura y que obtengan por ello el premio que merecen. Eso sí es el capitalismo.



Enlace relacionado:
Cura del Cáncer: ¿Bloqueada por las farmacéuticas? (Entrevista con el Nobel de Medicina Richard J. Roberts) – Diario Vanguardia (México)

domingo, 12 de junio de 2011

Nueva sección: Firmas invitadas

A partir de mañana, el blog tendrá una nueva sección titulada "Firmas invitadas". En ella participarán personas que comparten con el autor de este blog el apoyo al libre mercado. Como no podía ser de otra forma, serán libres para expresar sus opiniones que no necesariamente coincidirán con las mías en todos los aspectos. De ahí que yo también seré libre para comentar sus publicaciones (como así lo es para cualquiera que visite el blog).

La sección se inaugura con el artículo titulado "¿Libre mercado farmacéutico?" del economista Jesús del Amo Lamborena, un conocido de este blog a través de la sección "Economía Austriaca en la Luna". Estoy convencido de que su participación será del agrado de todos los que se acercan a este rincón de Internet.

sábado, 11 de junio de 2011

El movimiento 15-M llega a la India: #acampadaDharamsala

Tenemos las imágenes del acontecimiento. El movimiento de indignados llega a Dharamsala, una ciudad al norte de la India, en el valle de Kangra. Grandes multitudes se han congregado en las afueras de la ciudad, donde demuestran con sus cánticos que para ellos también ha llegado el momento del cambio.

viernes, 10 de junio de 2011

La viñeta de la semana: No hay perras (dinero)


@Padylla. Si deseas ver otras viñetas publicadas por su autor esta semana, visita su blog www.padylla.com

domingo, 5 de junio de 2011

Los ricos, responsables de la Crisis, según Vicenç Navarro

Hacía tiempo que no leía un texto económico con tanta tendencia a la fantasía. En el artículo titulado "Los ricos y la deuda pública", el economista Vicenç Navarro hace todo un ejercicio circense de economía progre-keynesiana para llegar a una conclusión: Los ricos son los culpables de la crisis actual. Los ricos y su manía de querer pagar pocos impuestos y de invertir en actividades muy lucrativas y especulativas.

Ya en el primer párrafo de artículo, el economista se descuelga con la singular teoría de que el motivo de la deuda de los países es la reducción de los impuestos a los ricos:

"Esta gran reducción de ingresos a los estados ha significado que estos han tenido que endeudarse, pidiendo préstamos a los bancos donde los ricos depositan e invierten su dinero. O sea que los ricos, en lugar de pagar al Estado (en impuestos), le prestan el dinero que han ahorrado al evitar pagar impuestos al Estado, el cual les tiene que pagar unos intereses."

Veamos. En primer lugar, no nos aclara que entiende por ricos, ni en principio que tipo de impuestos han dejado de pagar (aunque más tarde lo mencione de forma algo imprecisa). Para fijar un criterio, seamos generosos y supongamos que, en España, rico es aquel cuyo tramo de rendimiento e imputación en el IRPF sea superior a 60.000 euros. Añadamos a estas personas las famosas SICAVs.

Según datos de la Agencia Tributaria, podemos calcular que en el 2008, los rendimientos netos totales del IRPF de los contribuyentes que hemos mencionado, por los principales componentes (trabajo, capital inmobiliario y mobiliario y actividades económicas), fue de 77.426 millones de euros. Por otra parte, consultando las estadísticas de la CNMV, podemos ver que el resultado antes de impuestos de las SICAVs en 2009 fue de 2.249 millones de euros (si tomamos 2008 nos encontramos con pérdidas de 3.091 millones de euros). De esta forma, si consideramos la suma de ambos importes el resultado es de 79.676 millones de euros.

En el año 2009, el déficit del Estado fue del 11,2% del PIB, es decir 118.038 millones de euros. Teniendo en cuenta estos datos, se puede ver que incluso si disponemos de todos los beneficios de los que hemos denominado ricos, el déficit del Estado sigue siendo de 38.363 millones de euros. Es decir, incluso subiendo el tipo de gravamen al 100% y confiscándoles todos sus rendimientos, no es valida la conclusión de que el Estado se ha endeudado debido a los pocos impuestos que pagan. No puedo entender como un economista como Vicenç Navarro llega a esta conclusión, cuando todo economista sabe que los déficits que se han producido durante la crisis son debidos a la disminución de la actividad y a la actuación principalmente de lo estabilizadores automáticos (sin contar, por no entrar en discusión, en el derroche de las distintas administraciones en inversiones y gastos superfluos). La única manera de poder compartir el razonamiento de Vicenç Navarro es partiendo de una postura ideologizada que demoniza a los llamados ricos y creyéndonos un lindo cuento marxista, tal creíble para cualquier progresista como falso en cuanto hacemos algunos números.

Pero los errores de Vicenç Navarro no terminan ahí. Más adelante escribe:

"Los ricos tienen tanto dinero que, cuando consiguen más dinero, en lugar de aumentar su consumo, lo invierten, a fin de acumular más y más dinero, creando un problema grave. En momentos de recesión, se necesita que la gente consuma para que crezca la demanda. Pero si el 20% de la renta nacional la tiene el 1% de la población que (en términos proporcionales) consume menos, se crea un gran vacío en la demanda.
Y esto es lo que está ocurriendo en EEUU, en la UE y también en España. Es más, como no hay mucha demanda en la llamada economía productiva, donde se producen bienes y servicios (resultado del descenso de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta nacional) los ricos no invierten en actividades y áreas productivas sino en actividades más rentables, que son las especulativas, creando las burbujas que nos conducen a los desastres que conocemos."

No voy a detenerme en la falacia keynesiana del aumento del consumo para solucionar la crisis. Eso es una cosa normal entre la tendencia económica dominante, por lo que no podemos reprochárselo. Sin embargo, lo que resulta increíble es la afirmación que los ricos no sólo no consumen, sino que sus inversiones no han ido a parar a industrias productivas más alejadas del consumo, invirtiendo al final en actividades especulativas. Y por este motivo, y esto es lo realmente increíble, esas inversiones terminaron creando la burbuja inmobiliaria que experimentamos. En el 2007, en el punto álgido de la burbuja, el valor de tasación de las transacciones inmobiliarias de la vivienda libre ascendió a 143.777 millones de euros. Si los que hemos llamado ricos hubiesen invertido todos sus rendimientos en la inversión inmobiliaria (incluimos aquí todo el patrimonio de las SICAVs que en el 2009 ascendía a 25.925 millones de euros), sólo alcanzaría a cubrir el 73% de esta cantidad. Bueno, quizás se pueda decir que los ricos contribuyeron a crear las tres cuartas partes de burbuja inmobiliaria y luego murieron de inanición al destinar todos sus recursos a ese tipo de inversión.

Huyendo de ironías como la anterior, la crisis se debió al incremento de la actividad en el sector inmobiliario, provocado por una manipulación de los intereses de los bancos centrales que ocasionó un crecimiento como nunca se había visto en la adquisición de viviendas y la consiguiente elevación de los precios. Y se convirtió en una crisis financiera el producirse una titulación de esas hipotecas con una deficiente definición de los derechos de propiedad. Sin embargo, para Vicenç Navarro, la burbuja fue provocada por la sobreinversión única de los ricos en actividades muy rentables y especulativas. ¡Esto si que no lo había oído nunca! Lo que hay que leer en esta vida...

viernes, 3 de junio de 2011

Las leyes de la mecánica progresista (sistemas con sólo un grado de libertad)

Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado - 1984 (George Orwell)



Acción:
“Al grito de "¡No es una Academia, es una caverna!" o "¡Este librillo lo escribió el caudillo!", alrededor de 200 personas se manifestaron ayer frente a la Real Academia de la Historia (RAH) para mostrar su rechazo al Diccionario Biográfico Español, una obra que no hace referencia a la represión franquista." - Diario Público

Reacción:
"En los últimos días, han surgido críticas legítimas sobre aspectos de algunas entradas concretas de figuras que, por su proximidad histórica y papel desempeñado, generan inevitablemente un debate intenso entre los expertos y en la sociedad en general. Como toda obra histórica, el Diccionario Biográfico Español está abierto a la crítica, a su consideración rigurosa y a las rectificaciones y cambios que procedan. Puede haber, sin duda, un subconjunto de entradas que necesiten, a la vista del debate, una revisión historiográfica y editorial, susceptible de ser incorporada de manera rápida a la edición digital y a ulteriores ediciones en papel." - Real Academia de la Historia


Enlace recomendado:
La izquierda clama contra la RAH mientras Stalin es un "revolucionario" para la RAE - Libertad Digital