domingo, 25 de diciembre de 2011

Solamente una canción de Navidad


domingo, 4 de diciembre de 2011

Matrimonio, ¿ese ámbito de explotación y lucha?

Cincuenta y cinco tragedias. Cincuenta y cinco vidas malogradas. Cincuenta y cinco mujeres asesinadas. Está mal. Está muy mal. Es terrible.

La actual Ley 1/2004 define la violencia de género como "la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia".

¿Relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres? ¿Qué se esconde tras esta afirmación? En 1884, Engels publica su obra "El origen de la familia la propiedad privada y el estado", donde escribe:

"Por tanto, la monogamia no aparece de ninguna manera en la historia como una reconciliación entre el hombre y la mujer, y menos aún como la forma más elevada de matrimonio. Por el contrario, entra en escena bajo la forma del esclavizamiento de un sexo por el otro, como la proclamación de un conflicto entre los sexos, desconocido hasta entonces en la prehistoria. En un viejo manuscrito inédito, redactado en 1846 por Marx y por mí, encuentro esta frase: "La primera división del trabajo es la que se hizo entre el hombre y la mujer para la procreación de hijos". Y hoy puedo añadir: el primer antagonismo de clases que apareció en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia; y la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino".

Es decir, se concibe la unión entre el hombre y la mujer como una relación intrínsecamente explotadora y alienadora para la mujer. De igual forma que el patrono explota al obrero al quedarse con la plusvalía, el hombre explota a la mujer al formalizar el matrimonio.

El los años 60, una nueva corriente feminista irrumpe en la escena mundial: el feminismo radical. Hasta ahora, el feminismo ha tratado de conseguir la plena igualdad entre hombre y mujer, igualdad entendida como igualdad legal y que dé a las mujeres las mismas oportunidades que les son dadas a los hombres. Sin embargo, el nuevo feminismo, basándose en las anteriores ideas marxistas que hemos comentado, da un paso en una nueva dirección: el feminismo debe defender a la mujer explotada dentro de una sociedad patriarcal. Y esta defensa asume la destrucción de la base de esta sociedad: el matrimonio, y por consiguiente la sumisión del hombre como elemento explotador.

En 1968, Valerie Solanas escribe el "Manifiesto SCUM" donde afirma:

"Ahora es técnicamente factible reproducirse sin la ayuda del macho (o, por otro lado, de la hembra) y producir únicamente mujeres. Algo que debemos comenzar a hacer ya. Conservar al macho no tiene siquiera la dudosa utilidad de la reproducción. El macho es un accidente biológico: el gen Y (macho) es un gen X (hembra) incompleto, es decir, una serie incompleta de cromosomas. En otras palabras, el macho es una hembra incompleta, un aborto andante, malogrado ya en su fase de gestación. Ser un macho es ser deficiente, estar emocionalmente limitado. La masculinidad es una deficiencia orgánica, y el macho es un minusválido emocional".

Por supuesto, la ley contra la violencia de género no se sitúa en estos niveles, pero es importante desenmascarar el posicionamiento ideológico que se esconde tras ella y las posibles consecuencias de un desarrollo "lógico" del problema del maltrato de la mujer acorde a los planteamientos marxistas que hemos comentado.

¿Cómo debería afrontarse este problema? Más allá de las menciones a una creencia en Dios, que puede o no ser compartida, el Catecismo de la Iglesia Católica define la familia de la siguiente forma:

"Al crear al hombre y a la mujer, Dios instituyó la familia humana y la dotó de su constitución fundamental. Sus miembros son personas iguales en dignidad. Para el bien común de sus miembros y de la sociedad, la familia implica una diversidad de responsabilidades, de derechos y de deberes.
(…)
La familia es la célula original de la vida social. Es la sociedad natural en que el hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en el don de la vida. La autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia constituyen los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. La familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se pueden aprender los valores morales, se comienza a honrar a Dios y a usar bien de la libertad. La vida de familia es iniciación a la vida en sociedad".

Mediante este planteamiento, se rompe con el concepto de lucha de clases aplicado al matrimonio. Se establece la plena igualdad de los miembros de la pareja, al basarse esta en la intrínseca dignidad de cada uno de ellos.

El concepto de  violencia de género debe ser superado. Debe irse a un concepto de violencia familiar, más amplio, más justo, más igualitario. En este concepto lo que se ha de castigar es la violencia ejercida por un miembro de la familia que se aprovecha de la debilidad de otro miembro, ya sea hombre, mujer, niño o anciano. Eso es lo abominable del crimen cometido dentro del ámbito familiar: allí donde se esperaba amor y ayuda, se recibe odio y muerte.

martes, 11 de octubre de 2011

Who is Steve Jobs?

Por Jesús del Amo Lamborena

La pasada semana fallecía a los 56 años de edad el fundador de la compañía estadounidense de ordenadores Apple, Steve Jobs. Las condolencias por su muerte fueron unánimes, reconociéndose a nivel mundial la valía de Jobs, no sólo como empresario, sino como un visionario que abrió nuevos caminos al resto de la humanidad con sus novedosos productos de telecomunicaciones: Apple produjo el primer ordenador de uso personal, universalizó el consumo de música electrónica y por último, ha conseguido revolucionar Internet con sus dispositivos móviles.

Es curioso ver como todos los líderes políticos y todos los medios de comunicación han destacado la figura de Jobs como la del gran empresario capitalista, a modo del John Galt, el protagonista de la famosa novela “La rebelión de Atlas” de Ayn Rand.

Y es curioso porque estos mismos medios en numerosas ocasiones cargan contra el único sistema de organización social que es capaz de producir Steve Jobs o John Galt: el capitalismo.

El culto al hombre no concuerda con el desprecio al sistema que le ha permitido poder mostrar todas sus capacidades al mundo. ¿Qué hubiera sido de Steve Jobs en el caso de haber nacido en otro país, como por ejemplo, Cuba? ¿Se le habría permitido fundar una multinacional desde un garaje? ¿Hubiera podido desarrollar sus ideas visionarias? Está claro que no.

Sin embargo, los medios de comunicación occidentales normalmente denuestan el sistema de propiedad privada de los medios de producción y de intercambios libres. La mayoría de periodistas e intelectuales de occidente, desde la comodidad de su vida material y haciendo uso de sus ipads, macbooks e iphones atacan sin piedad al libre mercado que alumbra a gente como Jobs.

Puede que Jobs haya recibido esos parabienes por lo deslumbrante de sus productos, pero igual mérito que Jobs tienen todos aquellos empresarios que día a día se dan cuenta de las necesidades de los demás y tratan de satisfacerlas; desde un panadero autónomo a Amancio Ortega y su imperio Zara. Esta es la única forma de triunfar en el sistema capitalista, producir para la satisfacción de millones de individuos.

Sirva pues la figura de Steve Jobs para reivindicar la valía de todos aquellos que en libertad  consiguen un mundo mejor para el resto de sus congéneres, tratando de darles aquello que demandan. En esto se basa el capitalismo.

¿Cuántos Jobs se estará perdiendo la Humanidad por culpa de la falta de libertad en muchos países del mundo? Mi recuerdo para todos los Jobs que no pudieron ser por la falta de Libertad.

viernes, 7 de octubre de 2011

La viñeta de la semana: Mar de parados

Canarias lideró el último año la creación de empleo y la caída del paro en España. En el último año la cifra del paro se redujo en 7.761 personas. Así que, ¡ánimo señor Presidente!. Solo le faltan 251.990 parados (unos 32 años, siguiendo este ritmo).

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lunes, 3 de octubre de 2011

Turismo e intervencionismo

Por Jesús del Amo Lamborena

Los pasados días 27 y 28 de septiembre se celebró en Madrid el congreso de AECOC del canal HORECA. El sector HORECA engloba los sectores de la Hostelería, Restauración y Colectividades. El congreso fue punto de reunión de empresarios, distribuidores, fabricantes y asociaciones profesionales del sector.

Una de las ponencias que mejor explicó la situación actual del turismo en España fue la presentada en el congreso por Don José Luis Zoreda vicepresidente ejecutivo de Exceltur, asociación sin ánimo de lucro que agrupa a los 24 principales grupos españoles del sector turístico, desde hoteles a líneas aéreas, que buscan, a través de la asociación, promover la mejora de la calidad del turismo español.

En 2010 España recibió más de 53 millones de personas, siendo el cuarto país más visitado del mundo. En cifras macroeconómicas, el sector turístico representa más del 10% del PIB español, da empleo a más de 3 millones de personas, y en la actualidad, tras el parón del sector inmobiliario, es el único sector que puede liderar la recuperación de la economía española.

Para liderar dicha recuperación, Don José Luis Zoreda reclamaba que el sector turístico debería figurar como sector prioritario en los programas de los partidos de cara a las elecciones del 20N. Creo que, sin saberlo, el señor Zoreda se estaba metiendo en la boca del lobo.

El sector turístico español es uno de los sectores más regulados y uno de los que más sufren el intervencionismo estatal. No sólo por parte del gobierno central, sino también por parte de las diecisiete CC.AA. Las leyes regulan desde la apertura, la gestión y el modelo de negocio de los grandes establecimientos hoteleros de 5 estrellas, hasta las mesas de veladores de las modestas cafeterías de barrio.

El principal activo de la cadena de valor del turismo español, la costa, es por entero de propiedad pública,  lo que impide que puedan ser explotadas por los particulares, al contrario de lo que ocurre en países competidores como el norte de África o el Caribe. Se impide, por lo tanto, ejercer la función empresarial y la búsqueda de negocios, al verse afectado el principal bien que busca el turista en España: la costa. Así, la Ley de Costas de 1988, que viene a derogar una ley franquista de 1969, es de las más restrictivas del mundo, e impide, so pretexto de la preservación desde un punto de vista ecológico de las costas, cualquier actuación privada. En su lugar, su explotación pasa a manos públicas; con ejemplos de aprovechamiento “publico” tan negativamente notorios como el de la playa de las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife.

El mercado también se regula hasta el punto de restringir la oferta, impidiendo el establecimiento de hoteles. Un ejemplo de lo anterior es la moratoria turística en las islas Canarias, que cercena la competitividad en el mercado del alojamiento hotelero, protegiendo a los ya establecidos de la entrada de nuevos competidores que dinamicen el mercado. El resultado es el envejecimiento y la “prostitución” de destinos ataño emblemáticos a nivel  mundial como el Puerto de la Cruz en Tenerife.

Se equivoca Don José Luis Zoreda al reclamar la atención de los poderes públicos sobre el sector turístico. No debería, el señor Zoreda, solicitar solamente asuntos tales como una unificación de las políticas de promoción de las comunidades autónomas (que responden siempre a criterios políticos de auto-promoción del partido gobernante de turno con el dinero de todos los ciudadanos), o reclamar también la eliminación de competencias duplicadas (y hasta triplicadas) por parte de las mismas administraciones públicas (por más que ambas cuestiones supongan una importante traba para el desarrollo turístico). El señor Zoreda, en nombre de Exceltur, debería más bien reclamar lo que el filoso griego Diógenes reclamo a Alejandro Magno cuando éste se dirigió a él en plena calle para que le solicitara cualquier cosa que pudiera necesitar. Diógenes, mirando al altivo conquistador y dueño del mundo, le dijo: Sí podéis hacer una cosa por mí, apartaros, que no me llega la luz del sol.

viernes, 30 de septiembre de 2011

La viñeta de la semana: La ubre europea

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domingo, 25 de septiembre de 2011

El increíble Plan de Empleo de Izquierda Unida

Intercambiando opiniones en Twitter con Izquierda Unida (IU) me han enviado un enlace a su plan de empleo para el periodo 2012-2014. En resumen, este plan supone la inversión de 75.000 millones de euros para la creación de 3.050.000 puestos de trabajo (según el plan, la inversión real sería de 37.500 millones debido al recobro en impuestos sobre las actividades generadas). Muestro aquí un resumen:
(hacer click para aumentar)


Si analizamos este plan podremos llegar a las siguientes conclusiones:

IU pretende conocer las distintas necesidades de los millones de habitantes residentes en España, pues es capaz de indicar en que sectores ha de crearse empleo. Esta es la conclusión lógica, ya que de otro modo esos empleos creados no serían sostenibles en el tiempo y desaparecerían al cesar las ayudas. La pregunta siguiente también sería inevitable: ¿cómo han llegado a averiguar esas necesidades?

Si este plan no llegara a conseguir empleos estables (como ya se ha demostrado mediante la aplicación de los distintos planes E), la consecuencia sería que el Estado habría gastado un total del 3,75% del PIB en ayudas, pues en realidad esos miles de millones sólo constituirían un plan de ayudas a esos 3,05 millones de personas a los que se les ha dado trabajo durante unos años.  En concreto, se hubiera obtenido lo mismo si le hubiéramos dado a cada uno una paga de 683,06 euros mensuales. Podría aducirse que obtendríamos además las distintas infraestructuras y servicios que se han creado, pero volveríamos a lo comentado anteriormente: ¿era eso lo que realmente necesitaban los ciudadanos o simplemente se han malgastado recursos en algo que nadie quería?

Si con el plan indicado se crean 3,05 millones de empleos, ¿no existirá ninguna creación de empleo durante tres años por parte de la iniciativa privada? El plan prevé la creación de 600.000 puestos de trabajo a través de ayudas a las Pymes. ¿La iniciativa privada no crearía ningún otro puesto de trabajo aparte de los mencionados?

El plan pretende crear 400.000 empleos por medio de la reducción de la jornada laboral a 35 horas. No indica cual sería el criterio para elegir aquellos puestos de trabajo que reducirían su jornada, ni tampoco el número de puestos ya existentes que se vería afectados por esta medida. Además, como se plantea reducir la jornada sin reducir el salario, esto supondría un encarecimiento de los costes laborales en torno al 14%, un incremento de 4.456,78 euros anuales por trabajador (cálculos basados en la Encuesta Trimestral de Coste Laboral, segundo trimestre de 2011). No es posible calcular si las ayudas de 8.000 millones de euros para crear los 400.000 empleos compensatorios realmente compensarán este incremento del costo laboral al no indicarse el número de trabajadores afectados. Y esto sin tener en cuenta la pérdida de competitividad que sufrirán las empresas ante el brutal incremento de costos, y las consecuencias en el incremento de los precios al intentar repercutir estos sobrecostos en sus productos (realmente no creo que ni siquiera se vieran afectado los precios; simplemente las empresas no podrían vender sus productos y se vería abocadas al cierre).

Por último, se pretende conseguir la financiación mediante el incremento de los impuestos (patrimonio, entidades financieras, IRPF, Sociedades e IVA), así como un incremento de la recaudación mediante descubrimiento de bolsas de fraude. Esta última medida no deja de ser una especie de brindis al sol, y algo muy difícil de lograr pues, ¿qué métodos se usarán para conseguirlo? Por otra parte, en el mejor de los casos se produciría una redistribución de la riqueza, que pasaría de manos de aquellos a los que se les ha aumentado los impuestos a manos de aquellos a los que se les ha dado las ayudas. Y en el peor de los casos, se producirán más cierres de empresas al aumentar los impuestos y dificultar el acceso al crédito (¿acaso piensan que las entidades financieras van a repercutir esos incrementos de impuestos en su cuenta de resultados?).

Como se ve, el papel lo aguanta todo. Incluso considerando la buena intención de los redactores del plan (que en principio no dudo), se vuelve a caer en lo que Hayek llamaba la fatal arrogancia, es decir, el convencimiento de que un reducido grupo de personas es capaz de averiguar que sería lo mejor para el conjunto de la sociedad. Por favor, señores de IU, permitan a los ciudadanos de este país decidir cuales serán sus necesidades y sus ofertas. La libertad siempre es la mejor de las inversiones.

sábado, 3 de septiembre de 2011

La viñeta de la semana: Crisis del pequeño comercio

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martes, 30 de agosto de 2011

Radio y fútbol: ¿exprópiese?

El enfrentamiento entre la LFP y las radios da lugar a un interesante análisis económico. Antes de nada, deberíamos centrar el problema, para luego tratar de aportar alguna luz a la cuestión.

¿En qué consiste realmente el enfrentamiento mencionado? A poco que reflexionemos sobre el asunto podremos ver que dicho enfrentamiento es realmente una lucha entre el derecho a la propiedad privada y el derecho a la información. ¿Está el derecho de información por encima del derecho a la propiedad privada? Es curioso como nuestra Constitución afronta la cuestión. El derecho a la información está contemplado en el artículo 20.d, en la sección I del capítulo II del título I (De los derechos y deberes fundamentales). En dicha sección se exponen en concreto los llamados derechos fundamentales. Sin embargo, el derecho a la propiedad privada se menciona en el artículo 33, en la sección II del mismo capítulo, ya fuera de ese grupo de derechos fundamentales. Parecería que el legislador da una importancia menor a la propiedad privada, al no incluirla dentro de ese grupo de derechos. Sin embargo, como ya conocen los que suelen leer este blog, considero el derecho a la propiedad privada sumamente importante y, como tal, debería considerarse un derecho fundamental. ¿Fue esta redacción de nuestra Constitución una cesión más a exigencias intervencionistas y colectivistas?

Habiendo ya definido el enfrentamiento entre la LFP y las radios como una lucha entre el derecho a la información y el derecho de propiedad, deberíamos preguntarnos cual es el bien objeto de propiedad por parte de los clubs. Cometeríamos un error si afirmáramos que son los hechos mismos que acontecen en un estadio los bienes objetos de propiedad. Y sería un error pues resultaría difícil definir la propiedad de un suceso. El derecho de propiedad "surgió" como respuesta para evitar los enfrentamientos debidos a la escasez de los bienes y su naturaleza excluyente (si yo lo poseo, otro no puede hacerlo), además de aplicarse a bienes tangibles. Por dicho motivo, sería ridículo que los clubs de fútbol impidieran comentar los partidos que pudieran ser vistos desde un televisor o desde el balcón de una vivienda anexa al estadio (por no mencionar medios más exóticos).

Por lo tanto, debe ser otro bien el objeto de la propiedad. Y este bien no es otro que el mismo estadio, el recinto cerrado cuyo titular es un determinado club de fútbol. Una de las características del derecho de propiedad es que cada propietario posee la plena disponibilidad de su propiedad (siempre que no dañe a un tercero). Cualquiera que posea un recinto cerrado puede establecer las normas que han de cumplirse dentro del mismo. Esto incluso está contemplado (innecesariamente, pues bastaría aplicar la propia definición del derecho de propiedad) en el Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas. Así, en el artículo 59, sección 1e podemos leer (es el llamado derecho de admisión):

"El público no podrá: (…) Entrar en el recinto o local sin cumplir los requisitos a los que la empresa tuviese condicionado el derecho de admisión, a través de su publicidad o mediante carteles, bien visibles, colocados en los lugares de acceso, haciendo constar claramente tales requisitos".

Y es eso lo que hacen los clubs de fútbol. En su oferta de comercialización, estos clasifican los distintos servicios que ofrecen, en función de la capacidad de movimiento y uso de las instalaciones del estadio. Así se contempla la utilización de una cabina, el acceso a pie de campo o a la boca del túnel del vestuario. Es evidente que cuanto mayor sean las capacidades de movimiento por parte de los periodistas, mayor será el precio a pagar.

Por eso, aunque puede ser comprensible la frustración de un aficionado al no poder escuchar las trasmisiones en directo de sus partidos, eso no es motivo para quitar a los clubs el derecho a disponer de su propiedad como les apetezca. Y si las radios alegaran que el derecho a la información ha de prevalecer sobre el derecho de propiedad, quizás su opinión cambiaría cuando "cualquiera" entrase en sus emisoras, se plantase frente a los periodistas o comunicadores que realizan allí un determinado programa (eso, sí, sin molestar su trabajo) y comenzara a transmitir los sucesos que acontecen. Ya saben, tal persona lleva hoy una camisa de tal color o tal otra se ha cambiado su color de pelo. Seamos consecuentes...

jueves, 11 de agosto de 2011

La Teoría de la Resaca, por Paul Krugman

En 1998, un bastante más joven Paul Krugman publicaba un artículo titulado "The Hangover Theory" donde criticaba, casi rozando el desprecio, a la Teoría Austriaca del Ciclo Económico. Este artículo supuso el comienzo de una larga batalla intelectual entre el economista keynesiano y algunos de los mejores economistas austriacos. La batalla sigue librándose en la actualidad. Me ha extrañado que el mencionado artículo no estuviera traducido (al menos yo no he podido encontrarlo en Internet). En aras a una mejor difusión del interesante intercambio de opiniones que se sigue produciendo, he decidido, con algo de temeridad, por qué negarlo, a realizar una traducción del mismo. Espero haber cumplido con mi objetivo.


La Teoría de la Resaca
¿Son las recesiones las inevitables contrapartidas a pagar por los buenos tiempos?
Paul Krugman

Hace unas semanas, un periodista dedicó una parte importante de una reseña biográfica de mi persona a comentar mi error de no prestar la adecuada atención a la "Teoría Austriaca" del Ciclo Económico (una teoría que he considerado tan digna de ser estudiada seriamente como la teoría del flogisto del fuego). En fin. Sin embargo, el episodio me llevó a pensar, no tanto sobre esa teoría en concreto sino sobre la visión del mundo que se deriva de ella. Llamémosla teoría de las recesiones debido a la sobreinversión, "liquidacionismo", o simplemente "teoría de la resaca". Expone la idea de que las recesiones son el precio que pagamos por las burbujas, que el sufrimiento que padece la economía durante una recesión es el castigo necesario que hemos de cumplir por causa de los excesos de la expansión previa.

La teoría de la resaca es perversamente seductora, no porque ofrezca una salida sencilla, sino por que no la ofrece. Convierte las curvas de nuestros gráficos en un combate moral, en una historia de engreimiento y caída. Ofrece además a sus seguidores el singular placer de comunicar las malas noticias con una conciencia indubitable, convencidos profundamente de que no son crueles, sino que solamente demuestran un gran amor.
Poderosas, como estas seducciones suelen ser, deben ser combatidas (pues la teoría de la resaca es desastrosamente errónea). Las recesiones no son necesariamente consecuencias de burbujas. Pueden ser combatidas, y deben serlo, con generosidad y no con austeridad; con políticas que animen a las personas a gastar más, no menos. No es solamente un argumento académico: la teoría de la resaca puede ocasionar un daño real.
Las visiones liquidacionistas jugaron un papel importante en la agravación de la Gran Depresión; con teóricos “Austriacos”, tales como Friedrich von Hayek y Joseph Schumpeter argumentando con fuerza, en las fases más profundas de la depresión, en contra de cualquier intento de restaurar la “falsa” prosperidad mediante la expansión del crédito y la masa monetaria. Y ese mismo planteamiento está contribuyendo a inhibir la recuperación de las deprimidas economías mundiales en el momento actual.

Todas las múltiples variantes de la teoría de la resaca nos dicen algo como esto: al principio, un boom inversor se escapa al control. Quizás una excesiva creación de dinero, o una política irresponsable de préstamos por parte de los bancos, conducen a lo anterior; o quizás es simplemente una cuestión de una irracional prodigalidad por parte de los empresarios. Cualquiera que sea la razón, todas las inversiones llevan a la creación de un exceso de producción (de fábricas que no pueden encontrar mercados, de edificios de oficinas que no pueden encontrar arrendatarios). Como los proyectos de construcción se toman su tiempo para terminarse, el boom puede alargarse durante un tiempo antes de que la inconsistencia sea evidente. Al final, sin embargo, la realidad se impone, los inversores se arruinan y el gasto en inversión colapsa. El resultado es una recesión cuya profundidad es proporcional al exceso cometido. De la misma forma, esa recesión es parte de un necesario proceso reparador: el exceso de producción desaparece, los salarios bajan desde su elevado nivel en los momentos del boom y sólo entonces la economía está lista para recuperarse.

Excepto por la última parte que habla de las virtudes de las recesiones, no es una mala historia para describir los ciclos de inversión. Cualquiera que haya visto las subidas y bajadas de, por ejemplo, el mercado inmobiliario de Boston durante los últimos 20 años, puede contarnos que esos periodos de optimismo excesivo y de exceso de construcción que terminan en una mañana de ojos llorosos son una parte importante de la vida real. Pero hagámonos una pregunta aparentemente tonta: ¿Por qué las subidas y bajadas de la demanda de inversión han de llevar a subidas y bajadas a la totalidad de sectores económicos? No afirmemos que lo anterior es obvio. Aunque los ciclos de inversión, en la práctica, están asociados de forma clara con recesiones y recuperaciones globales de la economía, una teoría se supone que ha de explicar las correlaciones observadas, no solamente darlas por ciertas. Y realmente la pieza central de la revolución keynesiana del pensamiento económico (una revolución que hizo que la teoría de la resaca en general, y la teoría austriaca en particular, llegasen a ser tan obsoletas como los epiciclos) fue la consecución de John Maynard Keynes de que la pregunta fundamental no era por qué en ocasiones la demanda de inversión disminuye, sino por qué dicha disminución causa una recesión en toda la economía.

He ahí el problema: como una cuestión de simple aritmética, el gasto total en la economía es necesariamente igual al ingreso total (cada venta es al mismo tiempo una compra y viceversa). Así, si las personas deciden gastar menos en bienes de inversión, ¿no significa eso que deben haber decidido gastar más en bienes de consumo, resultando que una recesión en la inversión deberá estar siempre acompañada del correspondiente boom en el consumo? Y si lo anterior se cumple, ¿por que debería producirse un incremento en el desempleo?

La mayoría de los teóricos de la teoría de la resaca probablemente ni se darán cuenta de que esto es un fallo en su teoría. Tampoco responderán a ésta difícil pregunta esos supuestos sesudos teóricos austriacos. Lo mejor que von Hayek o Schumpeter pudieron proponer fue la vaga afirmación de que el desempleo era de tipo friccional, creado cuando la economía transfería trabajadores desde un inflado sector de la inversión hacia el sector de productos de consumo (de ahí su oposición a cualquier intento de incrementar la demanda: esto dejaría sin hacer “parte del trabajo que la recesión debería hacer”, ya que el desempleo masivo es parte de proceso de “adaptar la estructura de la producción”). Pero si esto es así, ¿por qué una burbuja en la inversión, que presumiblemente requeriría una transferencia de trabajadores en el sentido contrario, no generaría un desempleo masivo? Y de todas formas, este planteamiento se adapta muy poco a lo que realmente está ocurriendo en la recesión, donde todas las industrias, y no solamente las pertenecientes al sector inversor, normalmente disminuyen su actividad.

Como ocurre con bastante frecuencia en la ciencia económica, es más en cualquier esfuerzo intelectual, la explicación de cómo las recesiones pueden acaecer, aunque se obtenga después de un épico periplo intelectual, termina siendo extremadamente sencilla. Una recesión ocurre cuando, cualquiera que sea la causa, una gran parte del sector privado trata de incrementar su reserva de efectivo al mismo tiempo. Así, gracias a su simplicidad, este planteamiento ingenioso de que una recesión se debe a un exceso de demanda de efectivo, convierte en un sinsentido a toda la teoría de la resaca. Y si el problema consiste en que de forma generalizada las personas quieren conseguir más dinero, ¿por qué no incrementar la cantidad de dinero? Podemos alegar que no es tan sencillo, que durante la anterior burbuja, los empresarios acometieron malas inversiones y los bancos concedieron malos préstamos. De acuerdo, correcto. Deshagamos las malas inversiones y demos por perdidos los malos préstamos. ¿Por qué íbamos a necesitar que por dicho motivo se paralizara las capacidades de producir que funcionan perfectamente?

Por lo expuesto, la teoría de la resaca se convierte en una incoherencia intelectual. Nadie ha conseguido explicar por qué las malas inversiones del pasado habrían de dejar sin trabajo a los buenos trabajadores en el presente. Sin embargo, la teoría tiene un gran poder de atracción. Normalmente, esa atracción es mayor para los conservadores, que no puede soportar el pensamiento de que las acciones ejercidas de forma correcta por los gobiernos (dejándoles la libertad, ¡que horror!, de imprimir dinero) constituyan siempre una buena idea. Algunos liberales apoyan la teoría austriaca, no porque realmente la hayan considerado en profundidad, sino porque sienten la necesidad de que exista alguna prestigiosa alternativa a las implicaciones estatistas del keynesianismo. Y algunas personas probablemente son atraídas por las teorías austriacas porque imaginan que de esa forman devalúan las pretensiones intelectuales de los catedráticos en economía. Pero los moderados y los progresistas no son inmunes a los seductivos encantos de la teoría, especialmente cuando ésta les da una oportunidad de recriminar a los demás sus errores.

Pocos comentaristas occidentales han resistido la tentación de convertir el sufrimiento asiático en una ocasión para moralizar sobre los pecados cometidos en el pasado en esa región. ¿Cuántos artículos han leído haciendo responsable de la actual debilidad japonesa a los excesos cometidos durante la “burbuja económica” de los ochenta, incluso aunque esa burbuja estalló hace casi ya una década? ¿Cuántas editoriales han visto advirtiendo de que la expansión crediticia en Corea o Malasia es una terrible idea, ya que, después de todo, fue la excesiva expansión del crédito la que creó inicialmente el problema?

Y los asiáticos, especialmente los japoneses, se toman seriamente esos consejos. Con frecuencia podemos oír que Japón está sin control porque sus políticos se niegan a tomar decisiones difíciles, a aceptar los intereses creados. La verdad es que los japoneses han deseado intensamente tomar decisiones difíciles, como fue el caso al elevar de forma importante los impuestos en 1997. Sin embargo, ellos, en parte, experimentan problemas porque insisten en tomar decisiones difíciles, cuando lo que necesita la economía es tomar la solución más sencilla. La Gran Depresión se alargó tanto porque los legisladores imaginaron que la austeridad era el camino para luchar contra la recesión; la depresión que ha afectado a gran parte de Asia ha sido empeorada por esas mismas ideas. Keynes tenía razón: con frecuencia, si no siempre, "son las ideas, no los intereses creados, las que crean las posibilidades tanto para el bien como para el mal".

El artículo original se encuentra publicado en Slate Magazine: "The Hangover Theory"


Enlace relacionado:
Mi réplica a Krugman sobre la teoría austriaca del ciclo económico - Robert P. Murphy (Mises Daily en español)

viernes, 5 de agosto de 2011

La viñeta de la semana: Adelanto electoral


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viernes, 15 de julio de 2011

La próxima crisis: Apocalipsis de la deuda o cuando los países caigan

Los actuales incrementos de los intereses de la deuda soberana de España e Italia, la clasificación como bono basura de la deuda de Portugal e Irlanda por parte de las agencias clasificadores y la amenaza de rebaja del rating de Estados Unidos demuestran que posiblemente lo peor de la crisis no haya pasado o que quizás sea ya una nueva crisis la que empieza a afectarnos.

La solución a la crisis que provocó la burbuja inmobiliaria, convertida al final en crisis financiera, consistió en la inyección a la economía, y a las entidades bancarias, de ingentes cantidades de dinero, ya fuese mediante la baja de los intereses de los bancos centrales, o mediante la aprobación de estímulos como las flexibilizaciones cuantitativas (quantitative easing, en inglés) en los Estado Unidos.

Inicialmente, estas medidas parecieron dar resultados, pero realmente sólo enmascaraban el verdadero problema: las malas inversiones provocadas por una anterior política monetaria laxa. Esas inversiones deberían haber sido purgadas dejando al propio mercado reestructurar el sistema productivo. En su lugar, se ha alargado la crisis y se ha sembrado la semilla de una nueva burbuja que provocará indefectiblemente una nueva crisis: la burbuja de la deuda soberana.

Siguiendo las erróneas recetas keynesianas y no permitiendo a los bancos pagar por sus errores, nos encontramos ahora con los primeros síntomas de la tragedia, tal y como hemos indicado en el primer párrafo. Sin embargo, nuestros dirigentes han sido incapaces de romper con esas erróneas recetas. Se propone en los Estado Unidos la elevación del techo de gasto, y en Europa la creación de Bonos Comunitarios que permitan, en ambos casos, seguir con la borrachera de deuda. En el caso europeo, surge también la tentación de fortalecer unas instituciones supranacionales, escasamente democráticas y altamente intervencionistas, mediante la creación de una política fiscal común. En lugar de permitir que cada nación pague por “sus pecados”, se pretende “diluir” los mismos juntándolos con las virtudes de aquellos pocos que los han hecho algo mejor.

Y al final, todo este peligroso juego de equilibrios nos puede llevar, tal como hemos comentado, a una crisis de magnitudes inimaginables, quizás la madre de todas las crisis, la apocalipsis final resultante una enfoque equivocado de la economía que triunfó plenamente a partir los años veinte del pasado siglo. Los países han querido salvar la economía y su sistema financiero y se les han acabado los recursos. El margen es escaso, por no decir que ya no existe margen. Puede que esos países hayan conseguido, al menos momentáneamente, salvar a sus bancos, pero si fatídicamente, como parece que va a ocurrir si no cambiamos el rumbo, estalla la burbuja de deuda que estamos creando, ya no serán unos poco centenares de miles, como el caso islandés, o unos pocos millones, como el caso griego los que sufrirán las consecuencias. Ahora nos encontraremos con una sociedad convulsa de 800 millones de personas (la población de Estados Unidos y la Unión Europea), que con bastante seguridad, debido a la actual globalización de la economía, transmitirá esa misma convulsión al resto del planeta.

A principios de los noventa, con el final de la Guerra fría, pudimos dejar atrás el miedo a un invierno nuclear provocado por una guerra entre las dos superpotencias enfrentadas. Quizás nos enfrentemos ahora a un nuevo invierno, esta vez económico, que destruirá la estructura de nuestro mundo. Podemos evitarlo. Pero hemos de hacerlo rápido, pues el reloj avanza y el tiempo no está jugando a nuestro favor.


Fragmento del documental "Sobredosis - La Próxima Crisis Financiera", de Martin Borgs y Johan Norberg



Enlaces relacionados:
Un euro mal diseñado - Pedro Schwartz (Civismo Libertad)
El eurobono como coartada para la construcción del Leviatán europeo - Juan Ramón Rallo (Libertad Digital)

La única solución: Más Europa - José Luis Ruiz Bartolomé (Adios, ladrillo, adios en Libre Mercado)
Hora de la verdad: unión o ruptura - Kike Vázquez (Las perlas de Kike en Cotizalia)

La viñeta de la semana: Los aparatos de nuestros diputados


En esta época donde al cinturón hay que hacerle agujeros extras para ajustarlo aún más, el Parlamento de Canarias dotó a nuestros diputados del Parlamento con unos iPhone. A estos iPhone hay que añadirle sus tarifas planas y sus conexiones a Internet. También se está estudiando el darles un iPad. Si la mujer del César levantara la cabeza...

@Padylla. Si deseas ver otras viñetas publicadas por su autor esta semana, visita su blog www.padylla.com

domingo, 10 de julio de 2011

La herencia no económica de Zapatero

El legado económico de Rodríguez Zapatero es terrible. Su gestión de la crisis ha convertido a España en un erial, por más que las causas últimas no fueron debidas a sus acciones. Sin embargo, existe una herencia al menos tan perjudicial como la económica. Una herencia fruto de un proyecto "progresista" que pretende transformar la sociedad española para que ésta pueda alcanzar unas supuestas "mayores cuotas" de felicidad y libertad.

De esta forma, para Rodríguez Zapatero el hombre es un libro en blanco donde el Estado puede escribir para definir en lo puede convertirse:

"La idea de una ley natural por encima de las leyes que se dan los hombres es una reliquia ideológica frente a la realidad social y a lo que ha sido su evolución. Una idea respetable, pero que no deja de ser un vestigio del pasado".(1)

Y así, partiendo de este planteamiento llega a afirmar, subvirtiendo el orden lógico de las cosas y deformando el concepto de libertad:

"El único orden que debemos establecer es el orden que da libertad a todos, no el que da la libertad de cada uno. Es la libertad la que nos hace verdaderos. No es la verdad la que nos hace libres".(2)

Esa herencia nefasta, que pretende refundar una nueva forma de vida que obligatoriamente han de adoptar todos los habitantes del país, se han obtenido mediante la elaboración de leyes que definen una moral, pues como expresó en una ocasión: "Tienen que entender que en el ámbito de lo público la única moral posible es la de la Constitución"(3):

Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género, primera ley en la que se introduce la ideología de género, aprobada en diciembre de 2004, a tan sólo ocho meses de la toma de posesión de Rodríguez Zapatero.

Reforma de la ley del divorcio, conocida como ley del divorcio exprés, en julio de 2005.

Ley de Reforma del Código Civil de julio de 2005, que permite el "matrimonio" homosexual y la adopción a las parejas del mismo sexo.

Ley sobre técnicas de Reproducción Humana Asistida, que permite la selección de embriones y la creación de "bebés medicamento", aprobada en mayo de 2006.

Ley Orgánica de Educación, de mayo de 2006, que introduce el adoctrinamiento y potencia un igualitarismo que destierra la excelencia.

Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, de marzo de 2007.

Ley de Investigación Biomédica, que abre las puertas a la clonación humana, aprobada en junio de 2007.

Orden de Presidencia del Plan Nacional para la Alianza de Civilizaciones, en enero de 2008.

Ley de Identidad de Género, de marzo de 2008

Autorización de la “píldora de los cinco días” en agosto de 2008.

Plan Nacional de Derechos Humanos (2008), que incluyen el aborto, el derecho a la “orientación sexual” y el “matrimonio” homosexual.

Autorización de la venta libre de la “píldora del día después” en septiembre de 2009.

Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, en marzo de 2010.


Notas:
(1) (2) José Luis Rodríguez Zapatero a Suso del Toro, Madera de Zapatero. Retrato de un presidente.
(3) José Antonio Alonso, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados

Las citas y la relación de leyes han sido tomadas del libro Proyecto Zapatero, de Ignacio Arsuaga y M. Vidal Santos.


Proyecto Zapatero - Crónica de un asalto a la Sociedad

sábado, 2 de julio de 2011

Un documental clásico: Commanding Heights: La batalla por la Economía Mundial

Publico ahora íntegro el documental de 2002, de seis horas de duración, basado en el libro "The Commanding Heights" de Daniel Yergin y Joseph Stanislaw. En el Ludwig von Mises Institute, Jeff Scott realiza una interesante reseña de esta obra, cuyo principio traduzco:

"El libro de Daniel Yergin y Joseph Stanislaw, The Commanding Heigts se esfuerza por profundizar y poner en perspectiva un elemento crucial para la Escuela Austriaca de Economía: el equilibrio de poder entre los mercados y los gobiernos. Los autores han escrito un libro que es básicamente optimista con respecto a la idea de que los mercados continuarán siendo la fuerza impulsora que se encuentra detrás de los acontecimientos en el mundo y que las decisiones tomadas en función de los precios prevalecerán sobre las decisiones políticas. Desde su experiencia analizando las presiones intervencionistas sobre los mercados energéticos, ofrecen una convincente explicación de la expansión de los mercados y como la economía dirigida llegó a perder su prestigio.

Mientras cubren un amplio espectro filosófico, el libro va más allá de las divisiones de las distintas teorías del mercado, aunque hace énfasis en el núcleo del planteamiento austriaco. Sin embargo, al final, una falta de rigor teórico, una débil presentación del desarrollo intelectual histórico, y demasiadas concesiones a los valores y principios de los oponentes al mercado libre, comprometen su exposición."

Teniendo en cuenta todas esas salvedades, el documental nos da una interesante visión de un combate que dura ya siglos: la lucha entre la libertad económica y el control de la economía por parte de los Estados.





Enlaces relacionados:
Commanding Heights: The Battle for the World Economy (Web del documental - Public Broadcasting Service)
Commanding Heights: The Battle for the World Economy (Ficha del documental en IMDb).

lunes, 13 de junio de 2011

Firmas invitadas: ¿Libre mercado farmacéutico?

Por Jesús del Amo Lamborena

Circulaba recientemente en las redes sociales una noticia, publicada en la versión on-line del diario Vanguardia de México, sobre un grupo de científicos de la universidad de Alberta que supuestamente habían descubierto un medicamento que curaba varios tipos de cáncer.

Denunciaban estos científicos que no podían proseguir con sus investigaciones al no conseguir financiación. Según su versión, ninguna empresa farmacéutica estaba dispuesta a aportar los fondos necesarios al no contar con patente la sustancia (dicloroacetato) que se utilizaba como base del medicamento.

A esta línea se sumaba el premio Nobel de medicina Richard J. Roberts, quien afirmaba en una entrevista concedida al periódico español La Vanguardia que a las industrias farmacéuticas les era más rentable producir fármacos que alargan los tratamientos que aquellos que curan las enfermedades.

Ante esta noticia los comentarios en las redes sociales fueron todos en la misma dirección: criticar la industria farmacéutica, la libertad de mercado y el capitalismo.

Para evitar lo que se definía como "mercantilismo" fatal, en la red se proponía como solución para salvaguardar el interés de los enfermos de cáncer, el obligar a las farmacéuticas a invertir en estas investigaciones y en caso de que se opusieran, intervenirlas.

“Es el mercado inmoral, el que comercia con la muerte, y si no es rentable, no le importan los millones de muertos, esa es la realidad del mercado depredador”. Este es uno de los comentarios posteado en la red Facebook sobre este asunto.

Demos por hecho que la noticia es cierta, que esos investigadores realmente han dado con la cura del cáncer. ¿Tendría el capitalismo y el libre mercado la culpa de que no se fabricara dicho medicamento? ¿Es el capitalismo el responsable de la muerte de millones de personas debido al cáncer?

Primero debemos saber como en la realidad un medicamento llega a manos de aquel que lo necesita. En primer lugar, cualquier medicamento tiene su origen en la mente de alguien, en la razón de alguien. Todos los medicamentos, sus principios activos y la relación causal para curar una enfermedad, son descubiertos por una persona.

Ahora bien, la simple idea o descubrimiento no es suficiente, hay que materializarla en un producto concreto. Para ello es necesario que otra persona recolecte o consiga los productos activos, los mezcle, les de forma, los almacene y los distribuya para que lleguen al científico y al enfermo.

Hay toda una cadena de intercambios y aportaciones desde el descubrimiento hasta que el medicamento llega al enfermo para su curación. En esta cadena intervienen numerosos actores cuyo esfuerzo consigue que un paciente se cure de una enfermedad, vea reducido su sufrimiento y mejore y alargue sus condiciones de vida.

Podemos caer en la fácil tentación de pensar que la recompensa moral tendría que ser suficiente para todos aquellos que intervienen en la provisión del medicamento y que, por tanto, su motivación debería estar en su sacrificio al servicio de los demás, en la causa de la salud y del bienestar de los enfermos.

¿Es esto moralmente aceptable? Yo afirmo que no. No hay diferencia entre suministrar un medicamento a un enfermo que suministrar un alimento a un hambriento. Sin embargo si alguien le pide a un agricultor que entregue sus producciones para paliar el hambre en el mundo, todos sabemos que el agricultor dejara de plantar y de cosechar, y el hambre de todos será la consecuencia general. Hay consenso acerca de que las políticas proteccionistas agrícolas reducen la producción, la competitividad y por ende provocan el efecto contrario al que buscan.

Afirmo que lo que es valido para la producción de una lechuga es valido para la cura del cáncer. Si en base a la obligación moral de una causa superior se obliga a los investigadores o a los productores de medicamentos a dirigir sus esfuerzos hacia donde ellos no lo deciden, el resultado será que dejarán de producir, Atlas se revelara y los medicamentos dejarán de existir, no solo el que cura el cáncer sino también las simples aspirinas.

Por otro lado podemos preguntarnos si es el libre mercado el que dirige a las farmacéuticas hacia la producción de medicamentos paliativos en vez de producir medicamentos curativos.

El descubrimiento de un medicamento puede ser algo causal, por azar o por suerte. Hay numerosos ejemplos del descubrimiento de la cura de una enfermedad cuando se estaba investigando otra. El descubrimiento también puede ser resultado de un arduo trabajo dirigido hacia un objetivo concreto y llevar años de investigaciones. Durante todo este tiempo es necesario aportar todos los instrumentos, instalaciones y demás elementos necesarios para que los investigadores puedan llevar su trabajo.

Se necesita tiempo y dinero para llevar a cabo el descubrimiento, desarrollo, fabricación y distribución de un medicamento.

Para que un medicamento llegue al consumidor, necesita pasar por un sinfín de controles y regulaciones estatales que distorsionan completamente las líneas de investigación que siguen los laboratorios y empresas farmacéuticas y que provocan el efecto reseñado por los científicos de la noticia del descubrimiento del cáncer: las farmacéuticas se vuelven conservadoras y sólo producen aquellos medicamentos que pueden soportar los costes económicos provocados por el intervencionismo estatal.

No es el libre mercado el que frena el avance de los investigadores de la universidad de Alberta, sino el intervencionismo gubernamental el que impide que no se obtengan fondos para seguir con las investigaciones.

Nuestra indignación no debe dirigirse contra los que fabrican los medicamentos, sino contra aquellos que ponen infinitas trabas para que lleguen a nuestras manos.

El fabricante del medicamento no está pensando en el enorme negocio que su producto va a tener en el mercado, el fabricante está pensando en la cadena de favores que va a tener que superar con los burócratas de turno que deciden que medicamento se comercializa y cual no.

La idea es simple, aunque la noticia sea cierta: ningún enfermo puede decidir hacer uso de ese medicamento, hasta que el mismo pase por una interminable serie de controles, ensayos, trabas y requerimientos burocráticos para su comercialización.

No es el consumidor el que decide acerca de que medicamento necesita, es el burócrata el que lo decide. Por lo tanto la industria farmacéutica, conocedora de ello, no apuesta por los tratamientos novedosos, por las ideas simples, si no que, debido a la legislación, derechos de propiedad y un sinfín de trabas administrativas dirige sus esfuerzos hacia aquellos productos que le dan una seguridad administrativa y no medica.

No es el libre mercado, sino el estatismo el que por su omisión provoca millones de muertos presentes y, al viciar las líneas de investigación, futuros.

Si hay algún elemento depredador en este asunto es el estatismo, la regulación y el intervencionismo. Si quieren ayudar a los enfermos de cáncer, dejen actuar libremente a todas aquellas personas capacitadas para proveer una cura y que obtengan por ello el premio que merecen. Eso sí es el capitalismo.



Enlace relacionado:
Cura del Cáncer: ¿Bloqueada por las farmacéuticas? (Entrevista con el Nobel de Medicina Richard J. Roberts) – Diario Vanguardia (México)

domingo, 12 de junio de 2011

Nueva sección: Firmas invitadas

A partir de mañana, el blog tendrá una nueva sección titulada "Firmas invitadas". En ella participarán personas que comparten con el autor de este blog el apoyo al libre mercado. Como no podía ser de otra forma, serán libres para expresar sus opiniones que no necesariamente coincidirán con las mías en todos los aspectos. De ahí que yo también seré libre para comentar sus publicaciones (como así lo es para cualquiera que visite el blog).

La sección se inaugura con el artículo titulado "¿Libre mercado farmacéutico?" del economista Jesús del Amo Lamborena, un conocido de este blog a través de la sección "Economía Austriaca en la Luna". Estoy convencido de que su participación será del agrado de todos los que se acercan a este rincón de Internet.

sábado, 11 de junio de 2011

El movimiento 15-M llega a la India: #acampadaDharamsala

Tenemos las imágenes del acontecimiento. El movimiento de indignados llega a Dharamsala, una ciudad al norte de la India, en el valle de Kangra. Grandes multitudes se han congregado en las afueras de la ciudad, donde demuestran con sus cánticos que para ellos también ha llegado el momento del cambio.

viernes, 10 de junio de 2011

La viñeta de la semana: No hay perras (dinero)


@Padylla. Si deseas ver otras viñetas publicadas por su autor esta semana, visita su blog www.padylla.com

domingo, 5 de junio de 2011

Los ricos, responsables de la Crisis, según Vicenç Navarro

Hacía tiempo que no leía un texto económico con tanta tendencia a la fantasía. En el artículo titulado "Los ricos y la deuda pública", el economista Vicenç Navarro hace todo un ejercicio circense de economía progre-keynesiana para llegar a una conclusión: Los ricos son los culpables de la crisis actual. Los ricos y su manía de querer pagar pocos impuestos y de invertir en actividades muy lucrativas y especulativas.

Ya en el primer párrafo de artículo, el economista se descuelga con la singular teoría de que el motivo de la deuda de los países es la reducción de los impuestos a los ricos:

"Esta gran reducción de ingresos a los estados ha significado que estos han tenido que endeudarse, pidiendo préstamos a los bancos donde los ricos depositan e invierten su dinero. O sea que los ricos, en lugar de pagar al Estado (en impuestos), le prestan el dinero que han ahorrado al evitar pagar impuestos al Estado, el cual les tiene que pagar unos intereses."

Veamos. En primer lugar, no nos aclara que entiende por ricos, ni en principio que tipo de impuestos han dejado de pagar (aunque más tarde lo mencione de forma algo imprecisa). Para fijar un criterio, seamos generosos y supongamos que, en España, rico es aquel cuyo tramo de rendimiento e imputación en el IRPF sea superior a 60.000 euros. Añadamos a estas personas las famosas SICAVs.

Según datos de la Agencia Tributaria, podemos calcular que en el 2008, los rendimientos netos totales del IRPF de los contribuyentes que hemos mencionado, por los principales componentes (trabajo, capital inmobiliario y mobiliario y actividades económicas), fue de 77.426 millones de euros. Por otra parte, consultando las estadísticas de la CNMV, podemos ver que el resultado antes de impuestos de las SICAVs en 2009 fue de 2.249 millones de euros (si tomamos 2008 nos encontramos con pérdidas de 3.091 millones de euros). De esta forma, si consideramos la suma de ambos importes el resultado es de 79.676 millones de euros.

En el año 2009, el déficit del Estado fue del 11,2% del PIB, es decir 118.038 millones de euros. Teniendo en cuenta estos datos, se puede ver que incluso si disponemos de todos los beneficios de los que hemos denominado ricos, el déficit del Estado sigue siendo de 38.363 millones de euros. Es decir, incluso subiendo el tipo de gravamen al 100% y confiscándoles todos sus rendimientos, no es valida la conclusión de que el Estado se ha endeudado debido a los pocos impuestos que pagan. No puedo entender como un economista como Vicenç Navarro llega a esta conclusión, cuando todo economista sabe que los déficits que se han producido durante la crisis son debidos a la disminución de la actividad y a la actuación principalmente de lo estabilizadores automáticos (sin contar, por no entrar en discusión, en el derroche de las distintas administraciones en inversiones y gastos superfluos). La única manera de poder compartir el razonamiento de Vicenç Navarro es partiendo de una postura ideologizada que demoniza a los llamados ricos y creyéndonos un lindo cuento marxista, tal creíble para cualquier progresista como falso en cuanto hacemos algunos números.

Pero los errores de Vicenç Navarro no terminan ahí. Más adelante escribe:

"Los ricos tienen tanto dinero que, cuando consiguen más dinero, en lugar de aumentar su consumo, lo invierten, a fin de acumular más y más dinero, creando un problema grave. En momentos de recesión, se necesita que la gente consuma para que crezca la demanda. Pero si el 20% de la renta nacional la tiene el 1% de la población que (en términos proporcionales) consume menos, se crea un gran vacío en la demanda.
Y esto es lo que está ocurriendo en EEUU, en la UE y también en España. Es más, como no hay mucha demanda en la llamada economía productiva, donde se producen bienes y servicios (resultado del descenso de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta nacional) los ricos no invierten en actividades y áreas productivas sino en actividades más rentables, que son las especulativas, creando las burbujas que nos conducen a los desastres que conocemos."

No voy a detenerme en la falacia keynesiana del aumento del consumo para solucionar la crisis. Eso es una cosa normal entre la tendencia económica dominante, por lo que no podemos reprochárselo. Sin embargo, lo que resulta increíble es la afirmación que los ricos no sólo no consumen, sino que sus inversiones no han ido a parar a industrias productivas más alejadas del consumo, invirtiendo al final en actividades especulativas. Y por este motivo, y esto es lo realmente increíble, esas inversiones terminaron creando la burbuja inmobiliaria que experimentamos. En el 2007, en el punto álgido de la burbuja, el valor de tasación de las transacciones inmobiliarias de la vivienda libre ascendió a 143.777 millones de euros. Si los que hemos llamado ricos hubiesen invertido todos sus rendimientos en la inversión inmobiliaria (incluimos aquí todo el patrimonio de las SICAVs que en el 2009 ascendía a 25.925 millones de euros), sólo alcanzaría a cubrir el 73% de esta cantidad. Bueno, quizás se pueda decir que los ricos contribuyeron a crear las tres cuartas partes de burbuja inmobiliaria y luego murieron de inanición al destinar todos sus recursos a ese tipo de inversión.

Huyendo de ironías como la anterior, la crisis se debió al incremento de la actividad en el sector inmobiliario, provocado por una manipulación de los intereses de los bancos centrales que ocasionó un crecimiento como nunca se había visto en la adquisición de viviendas y la consiguiente elevación de los precios. Y se convirtió en una crisis financiera el producirse una titulación de esas hipotecas con una deficiente definición de los derechos de propiedad. Sin embargo, para Vicenç Navarro, la burbuja fue provocada por la sobreinversión única de los ricos en actividades muy rentables y especulativas. ¡Esto si que no lo había oído nunca! Lo que hay que leer en esta vida...

viernes, 3 de junio de 2011

Las leyes de la mecánica progresista (sistemas con sólo un grado de libertad)

Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado - 1984 (George Orwell)



Acción:
“Al grito de "¡No es una Academia, es una caverna!" o "¡Este librillo lo escribió el caudillo!", alrededor de 200 personas se manifestaron ayer frente a la Real Academia de la Historia (RAH) para mostrar su rechazo al Diccionario Biográfico Español, una obra que no hace referencia a la represión franquista." - Diario Público

Reacción:
"En los últimos días, han surgido críticas legítimas sobre aspectos de algunas entradas concretas de figuras que, por su proximidad histórica y papel desempeñado, generan inevitablemente un debate intenso entre los expertos y en la sociedad en general. Como toda obra histórica, el Diccionario Biográfico Español está abierto a la crítica, a su consideración rigurosa y a las rectificaciones y cambios que procedan. Puede haber, sin duda, un subconjunto de entradas que necesiten, a la vista del debate, una revisión historiográfica y editorial, susceptible de ser incorporada de manera rápida a la edición digital y a ulteriores ediciones en papel." - Real Academia de la Historia


Enlace recomendado:
La izquierda clama contra la RAH mientras Stalin es un "revolucionario" para la RAE - Libertad Digital

sábado, 28 de mayo de 2011

Al fin, todos iguales (el proyecto de Ley de Igualdad)

En 1961, Kurt Vonnegut publicó un cuento corto de ciencia ficción titulado "Harrison Bergeron". La historia transcurre en los Estados Unidos, en el año 2081. Las 211ª, 212ª y la 213ª enmiendas de la Constitución han hecho que todos los americanos sean iguales, "no sólo iguales ante Dios y la ley, sino iguales en cualquier sentido". En 2009, Chandler Tuttle llevó a la pantalla esta historia con el título de "2081", siendo premiada en el Festival Internacional de Cine de Seattle:

Fragmento del corto "2081", de Chandler Tuttle


Ayer, 27 de mayo, el Consejo de Ministro aprobó el proyecto de Ley Integral para la igualdad de trato y la no discriminación. Da terror comprobar al leer el texto de la ley, como sus artículos parecen copiados de historia que acabamos de comentar. Veamos una comparativa entre el proyecto de ley y el relato de ciencia ficción:

Proyecto de Ley Integral para la Igualdad de Trato y la no Discriminación

Artículo 2
Se reconoce el derecho a la igualdad de trato y no discriminación. Nadie podrá ser discriminado por razón de nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, enfermedad, lengua o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Artículo 5
La discriminación indirecta se produce cuando una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros ocasiona o puede ocasionar a una o varias personas una desventaja particular con respecto a otras.

Artículo 37
Se crea la Autoridad para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, como autoridad independiente encargada de proteger y promover la igualdad de trato y no discriminación de las personas por razón de las causas previstas en esta Ley, tanto en el sector público como en el privado (…)

Artículo 11
Se consideran acciones positivas las diferencias de trato orientadas a prevenir, eliminar y, en su caso, compensar cualquier forma de discriminación en su dimensión colectiva o social. Tales medidas serán aplicables en tanto subsistan las situaciones de discriminación que las justifican y habrán de ser razonables y proporcionadas en relación con los medios para su desarrollo, los objetivos que persigan y los plazos para su consecución.
Harrison Bergeron (2081)









Nadie era más inteligente que cualquier otro. Nadie era más guapo que cualquier otro, nadie era más fuerte, ni más rápido.






(…) y de la incesante vigilancia de los Generales de la Igualdad de los Estado Unidos.






Los fuertes llevaban pesas para hacerlos más débiles, los inteligentes llevaban auriculares que les impedían tomar injusta ventaja de sus cerebros. Incluso lo hermosos algunas veces llevaban máscaras en las situaciones donde la belleza podía distraer demasiado.

Cuando un Gobierno elabora leyes que se asemejan a historias publicadas hace ya cincuenta años que nos hablan de un mundo totalitario, de una distopía, deberíamos pensar que posiblemente, si nos mantenemos indiferentes, nuestra realidad terminará siendo la misma que la narrada en esas historias. Debemos actuar para que eso no ocurra.


Enlaces recomendados:
Harrison Bergeron - Kurt Vonnegut (Scrib - Cuento completo)
Anteproyecto de Ley Integral para la Igualdad de Trato y la no Discriminación

viernes, 27 de mayo de 2011

La viñeta de la semana: La otra nube


@Padylla. Si deseas ver otras viñetas publicadas por su autor esta semana, visita su blog www.padylla.com

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Todo empresario que ha querido despedir, ha despedido? (debate entre María Blanco y Luis Solana)

El pasado jueves, hubo un interesante debate, organizado por Periodista Digital, entre la economista María Blanco y el político socialista Luis Solana. En un momento del debate, Luis solana afirmó que la rigidez del mercado de trabajo no era ya un problema para las empresas. Sin embargo, María Blanco le contestó que muchas empresas se veían abocadas al cierre al no poder dimensionar adecuadamente su plantilla. Veamos el momento de este intercambio de opiniones:



Por mi parte, y no soy el único, considero que María Blanco tiene toda la razón. No entiendo como una persona con la formación y experiencia de Luis Solana puede afirmar que no hay "ni un empresario" que tenga un trabajador contratado forzadamente al no poderlo despedir. Pero como esto no sería más que otra opinión, hagamos unos cálculos para demostrarlo. Intentaré poner un ejemplo que pueda considerarse un caso típico de una microempresa.

Sea una empresa de 2 trabajadores y su titular (autónomo) con una facturación bruta anual de 90.000 euros. Supongamos que estos dos trabajadores cobran un sueldo bruto anual de 15.000 euros y que el propietario de la empresa cobra un sueldo bruto anual de 21.600 euros. Supongamos además que ambos trabajadores tienen una antigüedad en la empresa de 15 años.

Los costes laborales anuales de esta empresa (incluyendo al titular) serían de 63.570 euros. Supongamos unos costes fijos de 18.000 euros y unos impuestos a pagar por el titular de 5.000 euros. Además, la empresa realiza inversiones necesarias por valor de 1.500 euros anuales. Esto llevaría a que la empresa podría acumular anualmente unas reservas de 1.930 euros.

Para simplificar los cálculos supongamos que la facturación, los costes salariales, los costes fijos, los impuestos y la inversión se mantienen fijos a lo largo de los 15 años (considérese que estas cantidades constituyen una media de estos años).

Al comienzo de la crisis, la empresa baja su facturación un 20%, siendo ésta por tanto de 72.000 euros, reduce los costes fijos un 10%, deja de invertir y no paga impuestos ya que tiene pérdidas. Supongamos además que ha acumulado las reservas de todos los años, disponiendo por tanto de un importe de 28.950 euros.

El primer año de la crisis, el titular aguanta para ver si la situación cambia y utiliza parte de las reservas para compensar las pérdidas. Así, estas reservas se reducen a 21.180 euros al final del primer año, pues la empresa ha perdido 7.770 euros. Suponiendo que no varíen las circunstancias, la empresa podría aguantar dos años más manteniendo estas pérdidas, pero al final de estos tres años de crisis, las reservas habrán disminuido a 5.640 euros y tendría que cerrar.

La otra opción que le quedaba al titular de la empresa era disminuir los costes laborales. Sin embargo, no puede pactar una disminución de los sueldos de los trabajadores al no dejarle el convenio colectivo, ni evidentemente puede bajar las elevadas cotizaciones que sufre. La única solución viable sería despedir a un trabajador. Con ello la empresa pasaría a tener un beneficio neto de unos 11.600 euros, más que suficiente para poder sobrevivir e incluso volver a contratar cuando disminuyura la crisis. Sin embargo, el problema que se le presenta es que la indemnización que ha de pagar al trabajador para despedirlo sería de unos 30.000 euros. Con unas reservas al final del primer año de la crisis de 21.180 euros y sin capacidad de financiación, a la empresa no le quedará otra salida que aguantar un par de años más y luego cerrar. Así, en lugar de perderse un solo puesto de trabajo, han sido tres los que se han perdido. Si la indemnización por despido hubiera sido de, por ejemplo, 20 días por año trabajado, la indemnización se hubiera reducido a 13.000 euros, pudiendo despedir al trabajador y mantener la empresa abierta. ¿Todo empresario que ha querido despedir, ha despedido? Mucho me temo que no. Que cada cual saque sus propias conclusiones.

martes, 10 de mayo de 2011

¡Nosotros no hemos sido! (excusas socialistas)

Parece ser que como al gobierno socialista se le han acabado las ideas para combatir la crisis (teniendo en cuenta que las que han tenido no han funcionado), ha llegado el momento de negar responsabilidades. Existe un grave problema con el desempleo, afirman el Gobierno, pero nosotros no hemos sido los culpables. Esto lo dijo Jose Luis Rodríguez Zapatero hace unos días en uno de sus mítines y parece que ahora es la consigna a seguir por todos los políticos y simpatizantes socialistas. Un ejemplo de eso fue el debate que tuvo lugar el pasado sábado en el programa la Noria. En dicho debate se preguntaba al público a través de una encuesta, quién había sido el responsable del actual paro. Desde las filas simpatizantes de la izquierda la respuesta parecía obvia: Aznar. Y por supuesto se añaden luego todos los demás tópicos habituales para negar la responsabilidad del actual gobierno


Puestos a buscar responsables y huyendo de posturas maniqueas, lo primero que hemos de preguntarnos es el motivo de los ciclos recurrentes que sufre la economía a lo largo de, al menos los últimos ciento cincuenta años. La burbuja inmobiliaria fue el resultado de las manipulaciones del tipo de interés de los distintos bancos centrales, lo que provocó una expansión artificial del crédito, no respaldada por ahorro real. Esta vez le tocó a la construcción de viviendas. Otras veces han sido las puntocom o cualquier otra inversión que resultasen muy rentable teniendo en cuenta los bajos intereses en las distintas zonas monetarias. Y la burbuja se expandió durante los gobiernos de Aznar. Pero igualmente se habría producido con cualquier gobierno. El motivo último, tal y como hemos comentado, estaba fuera del ámbito nacional.

Sin embargo, aunque el estallido de la burbuja era un hecho anunciado, las consecuencias del mismo, y los altos índices de paro en España, sí son producto de nuestra actual estructura económica. Un mercado de trabajo ultrarígido, unas empresas, en general, escasamente competitivas y un estado burocratizado y altamente intervencionista, contribuyeron a formar la tormenta perfecta en el país. Y es ahí donde aparece la responsabilidad del gobierno socialista. Durante los últimos siete años se ha dedicado a no afrontar los problemas, llegando incluso a negarlos. Los aspectos buenos de la herencia que recibieron de los gobiernos populares, entiéndase el superavit de las cuentas públicas, han sido dilapidados al aplicar las típicas políticas keynesianas (los málditos estabilizadores automáticos), incrementado los gastos públicos hasta alcanzar un 11,2% de déficit. Y de resto no ha hecho mucho más. Algunas tímidas reformas, realizadas más por imposición de la Unión Europa que por convencimiento propio. Ya no sabe que más hacer y, aunque algunos ya se lo hayan advertido y se continúe ofreciéndole nuevas ideas para afrontar los problemas, su soberbia y su sectarismo le impiden rectificar. Señores socialistas, han fallado, no esparzan ahora su habitual propaganda. Han fallado… ¡Que pase el siguiente!



Enlaces relacionados:
La teoria "austriaca" del ciclo economico - Ludwig von Mises (1936) - Revista Libertas