domingo, 20 de septiembre de 2009

El cielo y el infierno

Aunque todos sepamos que en este mundo no hay nada blanco o negro, sino sólo una amalgama de grises, nunca está de más recordar los ideales de cada uno.

Declaración de Independencia de los Estados Unidos de America
(4 de julio de 1766)

“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad”.


Declaración de Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado
Redactada por Lenin e incluida como preámbulo de la primera Constitución Soviética (23 de enero de 1918)

“Forma de Estado y Poder Soviético.
Se proclama la República de Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos. Todo el poder, central y localmente, pertenece a estos Soviets.

Objetivos del Poder Soviético.
El objetivo básico de la República de Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos es la abolición de toda explotación del hombre por el hombre, la completa supresión de la división de la sociedad en clases, el aplastamiento implacable de la resistencia de los explotadores, el establecimiento de una organización socialista de la sociedad y la victoria del socialismo en todos los países.

Propiedad colectiva de la tierra.
Queda abolida la propiedad privada de la tierra. Toda la tierra, junto con todas las construcciones, aperos y otros medios de producción agrícolas, es proclamada propiedad de todo el pueblo trabajador.

Control obrero y propiedad estatal de los medios de producción y de transporte.
Con el objetivo de asegurar el poder del pueblo trabajador sobre los explotadores y como primer paso para que las fábricas, talleres, minas, ferrocarriles y demás medios de producción y de transporte pasen por entero a ser propiedad del Estado obrero y campesino, se proclama la implantación del control obrero y el Consejo Superior de Economía Nacional.

Propiedad estatal de la banca.
Todos los bancos pasan a ser propiedad del Estado obrero y campesino, como una de las condiciones para la emancipación de las masas trabajadoras del yugo del capital.

Deber y obligación de trabajar.
Con el fin de eliminar los sectores parasitarios de la sociedad, se implanta el trabajo general obligatorio.

Armamento del pueblo trabajador.
Para asegurar la plenitud del poder de las masas trabajadoras y eliminar toda posibilidad de restauración del poder de los explotadores se decreta el armamento de los trabajadores, la formación de un ejército rojo socialista de obreros y campesinos y el desarme completo de las clases poseedoras.

Paz entre los pueblos.
Al expresar su inquebrantable voluntad de arrancar a la humanidad de las garras del capital financiero y del imperialismo, que han inundado en sangre el mundo, se apoya totalmente la política seguida por el poder soviético en obtener, a cualquier precio, por medios revolucionarios, una paz democrática entre los pueblos, sin anexiones ni indemnizaciones, sobre la base de la libre autodeterminación de las naciones.

Participación en el poder.
En el momento de la lucha final del pueblo contra sus explotadores, no puede haber lugar para estos en ninguno de los órganos del poder. El poder debe pertenecer completa y exclusivamente a las masas trabajadoras y a sus representantes autorizados, los soviets de diputados obreros, soldados y campesinos.

Autodeterminación de los pueblos.En su propósito de crear una alianza efectivamente libre y voluntaria y, por consiguiente, más firme y estable entre las clases trabajadoras de todas las naciones se deja a los obreros y campesinos de cada nación decidir independientemente en su propio y autorizado Congreso de Soviets, si desean y en qué condiciones, participar en el gobierno federal y en las demás instituciones soviéticas federales”.

5 comentarios:

Fonseca dijo...

Enhorabuena por su entrada en Red Liberal!!


Fonseca

Anónimo dijo...

Desviando un poco el tema: declaración de "indepedencia". ¿Puede por los mismos motivos, cuando el gobierno abusa de su poder y, por tanto, puede ser reformado, pedirse legítimamente la independencia vasca o catalana? Digo yo que sí. Y me parece bien. Es que sospecho - no lo atribuyo al autor - que el liberalismo oficial español está de acuerdo mientras no se pretenda dejar de ser español. Es obvio que el abuso de poder de las administraciones públicas actuales es obsceno visto por un liberal ni siquiera extremado. ¿Es legítimo pedir y permitírseme pedir un mecanismo legal para ello, la independencia, si los gobiernos abusan de su poder?

Eetión dijo...

Realmente no creo que el caso americano y el nacionalismo vasco o catalán sean lo mismo. Entre otras cosas por que no considero que haya un abuso de poder del Gobierno central en estas regiones. Es interesante ver que en la Declaración de Independencia hay una serie de unos 25 agravios que relaciona los declarantes, ¿cuáles son lo agravios que sufren los vascos o catalanes? Otra razón es sobre quién descansa el principio de soberanía. En el artículo 1, párrafo 2 de la Constitución Española se nos dice “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”. No se pude ir en contra de la Ley, pues entonces destruimos una de las bases de la sociedad.
De todas formas, tampoco he profundizado mucho en la relación entre el derecho de autodeterminación y el liberalismo y evidentemente no soy ningún experto.
Si quiere ver un punto de vista diferente de lo políticamente correcto podría leer “Una Historia Chocante” de Pío Moa, donde se nos expone de forma bastante profunda el tema de los nacionalismos vascos y catalán.

Eetión dijo...

Muchas gracias Fonseca.
Hablando de otra cosa, ¿por qué la advertencia de contenido de su blog? ¿Duras palabras para forzar una visión alternativa?

sarónico dijo...

Ciertamente, "Una historia chocante" es el libro más clarificador que he leído sobre los nacionalismos vasco y catalán, tan desconocidos en España: no deja en pie ni uno de sus mitos.